Discapacidad en el trabajo en época de la covid-19: buenas prácticas y entorno seguro

Lecciones de seguridad
Discapacidad en el trabajo en época de la covid-19: buenas prácticas y entorno seguro

Además de la importante pérdida de vidas, la COVID-19 ha hecho que nuestro mundo se pare, la actividad se reduzca y las relaciones sociales se limiten. El impacto ha sido enorme, y especialmente duro entre las personas con discapacidad, que pueden ver limitados sus movimientos y deben contar con una atención especial en las medidas de seguridad.

Además de la importante pérdida de vidas, la COVID-19 ha hecho que nuestro mundo se pare, la actividad se reduzca y las relaciones sociales se limiten. El impacto ha sido enorme, y especialmente duro entre las personas con discapacidad, que pueden ver limitados sus movimientos y deben contar con una atención especial en las medidas de seguridad.

Los trabajadores y trabajadoras con alguna discapacidad (física, psíquica o sensorial) son un colectivo vulnerable dentro del entorno laboral porque además del riesgo de contagio del virus (precisan en mayor medida del apoyo de la gente), se suman dificultades en su accesibilidad al entorno y en la adaptación a su puesto de trabajo. De ahí que sea tan importante facilitar formación e información sobre Prevención de Riesgos Laborales con estas personas.

Se ha de aplicar una prevención de riesgos laborales inclusiva, que apoye y facilite a las personas con discapacidad a integrarse en un lugar de trabajo, respondiendo a sus necesidades y creando un entorno accesible donde poder desarrollar su talento y capacidades sin limitaciones.

Buenas prácticas, entorno seguro

La aplicación de unas buenas medidas prácticas de actuación en el entorno laboral es esencial para que las personas con discapacidad no se queden atrás y no sean doblemente vulnerables frente a pandemias como la COVID-19.

Según la guía de buenas prácticas basadas en distintas publicaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estas son algunas de las prácticas:

Debe comenzar con una correcta preparación del entorno. Asegurarse de que cuenta con una adecuada accesibilidad, no solo para acceder al puesto sino también a las instalaciones de uso común, sea cual sea la discapacidad.

Otro aspecto a tener en cuenta es la organización de las tareas y la conciliación del trabajo con las situaciones particulares de cada uno de ellos como rehabilitaciones, tratamientos, etc…

Asimismo, un diseño adecuado del puesto de trabajo es imprescindible para garantizar su seguridad y salud. También contar con un Plan de Emergencia que asegure la seguridad de las personas con discapacidad, como por ejemplo contar con personas de apoyo para ayudar en cualquier momento y disponer de un recorrido de evacuación y ubicar a los trabajadores con discapacidad de movilidad lo más cercano a las salidas de emergencia.

Otra de las medidas esenciales es una correcta señalización (visual, acústica o táctil) para no tener que depender de nadie y facilitar el desplazamiento por las instalaciones.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es la información del puesto de trabajo como base fundamental de la prevención. De manera que la información debe darse en soportes accesibles en función de cada discapacidad.

Y, por último, todos los responsables y el resto de los trabajadores deberían recibir información especial para apoyar y ayudar a los trabajadores con alguna discapacidad.

Con todo ello, esperamos que la reincorporación laboral y social de este grupo durante la pandemia, sea lo más segura posible. Debemos entender la seguridad y salud como algo de todos y para todos.

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