Espacios confinados, ¿cómo debemos actuar?

Lecciones de seguridad
Espacios confinados, ¿cómo debemos actuar?

Puede que escuchar el término “Espacio Confinado” (EC) te provoque ciertas dudas sobre su significado. Pues bien, se trata de un espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador.

Puede que escuchar el término “Espacio Confinado” (EC) te provoque ciertas dudas sobre su significado. Pues bien, se trata de un espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador.

En realidad, los espacios confinados no están pensados para que una persona trabaje en él por sus minúsculas dimensiones, por su atmósfera tóxica o por las actividades peligrosas que se desarrollan dentro. Generalmente, suelen ser cisternas y pozos, alcantarillas, sótanos y desvanes, cubas y depósitos, reactores químicos, bodegas de barco, furgones, silos, arquetas subterráneas, túneles, desguace de barcos y fuselajes, conductores de aire acondicionado, galerías de servicios y fosos.

Los accidentes en estos espacios ocurren, principalmente, por no identificar adecuadamente de antemano los riesgos existentes:

  • Debido a deficientes condiciones materiales de la zona de trabajo. Por ejemplo: caídas a distinto o igual nivel, ahogamiento, riesgos físicos, químicos y biológicos.
  • Debido a la atmósfera peligrosa que se encuentra en su interior: riesgo de asfixia (por agotamiento de oxígeno), riesgo de incendio o explosión (cuando la concentración de polvos, gases o vapores inflamables es superior al 10% de su límite inferior de explosividad o cuando la concentración de oxígeno es superior al 23,5% en volumen) y riesgo de intoxicación.

Como en todo, una buena gestión preventiva es vital para que los trabajos se realicen de forma segura. Por eso, estas son las medidas preventivas que siempre debemos tener en cuenta:

  • Formación al trabajador para la identificación del espacio confinado, así como la toma de conciencia de sus riesgos y prevención. Por supuesto, imprescindible contar con una autorización de entrada.
  • Limpieza, medición y evaluación del ambiente en el EC por parte de personal cualificado para medir la atmósfera y determinar su peligrosidad. El explosímetro, aparato que mide gases atmosféricos, es un buen aliado en estos casos.
  • Cumplimentación de entrada y adopción de medidas preventivas.
  • Entrada con medios y equipos adecuados. El cuerpo del trabajador tiene que estar protegido con un traje impermeable o ignífugo si el trabajo lo requiriera, y también un casco, guantes y botas de seguridad.
  • Vigilancia externa continuada y medición de la atmósfera interior en todo momento.
  • Planificación ante un posible rescate o emergencia.

Como en todos los trabajos en los que existen riesgos, es esencial una buena preparación y formación en prácticas de riesgo para conocer las bases de todas las normas de PRL. Cada situación es diferente, pero hay un denominador común para todas ellas: la evaluación previa y medidas adaptadas para cada casuística.

Suscríbete a la newsletter