Conversaciones con Javier Inda, Subdirector Técnico de Osalan (I): “La industria 4.0 y las nuevas tecnologías facilitan la creación de entornos inteligentes y seguros de trabajo”

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Conversaciones con Javier Inda, Subdirector Técnico de Osalan (I): “La industria 4.0 y las nuevas tecnologías facilitan la creación de entornos inteligentes y seguros de trabajo”

Una conversación con Javier Inda sobre los retos de futuro en materias de prevención laboral en Euskadi y varias reflexiones nos ayudan a continuar con nuestro principal objetivo: incorporar la prevención de riesgos laborales en nuestra gestión diaria en la empresa.

¿Cuál es su labor fundamental al frente de la Dirección Técnica de Osalan?

De forma resumida, nuestra misión desde Osalan es la de facilitar a empresariado, trabajadores y trabajadoras y demás agentes implicados la realización de las actividades de prevención de riesgos laborales en las empresas y administraciones públicas, prestándoles asistencia y asesoramiento técnico y atendiendo a las necesidades concretas de los diferentes tipos de empresa y de los distintos colectivos.

Mirando al futuro, nuestra obligación es comprometer nuestro empeño institucional para desterrar prácticas productivas inseguras y contribuir a que la prevención de riesgos sea una vertiente de la responsabilidad social de nuestras empresas.

Como Subdirector Técnico, usted vive el día a día de la prevención de riesgos laborales en Euskadi. ¿Cree que Euskadi en términos generales es un país con cultura preventiva?

Yo creo que se ha avanzado bastante. De hecho, hemos bajado -con el esfuerzo de todas las partes- el índice de incidencia de accidentes laborales a la mitad en los últimos 15 o 16 años. No obstante, cuando hablamos de prevención de riesgos laborales, podemos hablar de prevención de dos velocidades: la de las empresas grandes donde, por lo general, la cultura preventiva se encuentra instalada porque son conscientes de que la inversión en seguridad y salud laborales tiene retorno y es un factor de competitividad; y la de las empresas pequeñas donde, con no pocas excepciones, la prevención suele estar subordinada a otros factores más ligados a la productividad y al abaratamiento de costes.

También es cierto que la cultura de la prevención de riesgos laborales está mucho más presente en los sectores y actividades de alto riesgo que en las empresas que operan en áreas de actividad de aparentemente menor riesgo, como por ejemplo, el sector servicios.

Tampoco se me oculta que el grado de implantación que pretendía la Ley de Prevención de Riesgos Laborales todavía se encuentra a cierta distancia. Me explico: las y los trabajadores por cuenta ajena disfrutan hoy de un modelo preventivo y se ha generalizado la concienciación de los agentes sociales sobre la importancia de la prevención de riesgos laborales. Pero también es cierto que la implantación de ese modelo está desarrollada en diferente grado, no es uniforme, y que existen colectivos que están fuera de la protección que brinda la Ley de PRL.

En ese sentido, el compromiso de Osalan es el de articular recursos para que la prevención de riesgos laborales llegue a todas las personas trabajadoras sin limitaciones. Muestra de ello son las recientes colaboraciones que Osalan ha mantenido con los sectores del transporte, del comercio o de la hostelería, que tendrán su continuidad en otros ámbitos también.

Desde su punto de vista, ¿qué es lo que más echa en falta en Euskadi? ¿Qué nota pondría a nuestras empresas?

Contamos con la colaboración de asociaciones empresariales, sindicales, de innumerables agentes e iniciativas públicas y privadas que se afanan en la promoción de la prevención de riesgos laborales y, como consecuencia, creo que está claro que vamos avanzando y que nuestras empresas procuran cumplir las normativas cada vez más exigentes con las que contamos, como la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995, el Real Decreto de 1997 que reglamenta los servicios de prevención, los Decretos Autonómicos, los planes estratégicos… …Pero, ¿Con cumplir con las exigencias legales basta?

Yo creo que no. Es más, estoy convencido. No es suficiente con cumplimentar los papeleos, con dejar en manos de la empresa subcontratada que se ocupe de la seguridad laboral y la gestión de la PRL.

Por ello, una de las asignaturas que nos planteamos potenciar es la de la desburocratización de la prevención: hemos avanzado mucho en que las empresas tengan todos los papeles en regla, por decirlo de algún modo, pero en Osalan pensamos que es necesario dar pasos decididos desde la prevención jurídica a la prevención práctica. Ello implica, claro está, un apoyo institucional, por una parte, pero también de un esfuerzo de empresariado y trabajadores para llevar a la práctica la prevención.

En resumen, desafortunadamente, todavía queda un buen número de empresas para las que la prevención de riesgos no deja de ser una engorrosa exigencia legal y es este grupo hacia el que tenemos que enfocar nuestra labor asesora. Hay que ayudarles a comprender la importancia de la seguridad y la salud laboral en sus empresas.

De acuerdo a las estadísticas laborales, los accidentes más graves que se han producido por atrapamiento y aplastamiento alcanzan uno de los porcentajes más altos. ¿Cuáles cree que son las razones?

Efectivamente, en nuestro entorno industrial, una de las fuentes más comunes de riesgos para las trabajadoras y trabajadores proviene del empleo de maquinaria. Concretamente, se registraron 9.804 accidentes de trabajo con baja en jornada laboral a lo largo del año 2016 en el sector industrial y más del 50% de los mismos se produjeron por atrapamientos por máquinas. Se trata de pérdidas totales o parciales de control de las máquinas, medios de transporte, herramientas, objetos, vuelcos, etc.

En cuanto a las razones, son multicausales: los accidentes pueden ser debidos a errores humanos, fallos de supervisión, uso de técnicas inapropiadas, formación inadecuada, monitorización deficiente…Prácticamente todo ello subsanable.

Las lesiones causadas por este tipo de accidentes suelen ser especialmente graves. ¿Han calculado su impacto social y sanitario?

La medición de impacto de las lesiones causadas por los accidentes laborales es siempre objeto de controversia en relación a las repercusiones de todo tipo (no sólo económicas, sino también de salud en su concepto amplio, profesionales, etc…) y a la diversa gravedad sobre un abanico de afectados: las personas trabajadoras, las familias, la empresa y el entorno social; por otro lado, muchas veces hay algún tipo de interrelación entre ellas y, a su vez, se ven influidas por variables sociodemográficas de las personas afectadas.

Este tipo de mediciones se realiza con enfoques monetarios, reservando los enfoques en unidades no monetarias para los casos de enfermedad (años de vida ajustados por calidad o por discapacidad).

A título ilustrativo, algunos de los costes que se consideran son los vinculados a productividad, al capital humano, a la asistencia sanitaria, a la administración y a otros de diferente naturaleza.

Se habla mucho de la industria 4.0, con máquinas cada vez más modernas y seguras. Osalan colabora activamente en el Programa de ayudas «Renove Maquinaria» ¿Qué conclusiones extrae de las comprobaciones que realizan los técnicos de Osalan en el marco de este Programa?

Efectivamente, el desarrollo tecnológico está poniendo cada vez más elementos que nos ayudan a aumentar la seguridad: instrumentación, sensórica, sistemas de detección, de protección, de monitorización…Esto, unido a metodologías de análisis de riesgos, al desarrollo de la prevención de riesgos, entre otros factores, facilitan la creación de entornos inteligentes y seguros de trabajo.

En cuanto a las comprobaciones, destacaría que las y los técnicos de Osalan han realizado más de 600 visitas a las 517 empresas solicitantes de recursos económicos a la SPRI para la adquisición de nueva maquinaria con la finalidad de verificar que ésta cuenta con las debidas medidas de seguridad.

Javier Inda Ortiz de Zárate, Subdirector técnico de OSALAN.

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