Perros guía, un ejemplo de prevención y seguridad

Vidas seguras
Perros guía, un ejemplo de prevención y seguridad

Quien más quien menos ha oído -o pensado- alguna vez que muchos animales tienen más sentido común que algunas personas.

No en vano, a la hora de tomar decisiones a los perros solo les guían los instintos más básicos y primarios, mientras que los humanos se ven influenciados por muchas otras cosas. Aspectos adyacentes que muchas veces hacen que las personas se olviden de algo tan básico como la prevención.

Y si de prevención se trata, los perros guía son los campeones. Tal y como define la ONCE, se trata de canes específicamente adiestrados para “para ayudar a una persona ciega o con una deficiencia visual grave en sus desplazamientos, mejorando su autonomía y movilidad”. Sobre sus cuatro patas descansa la responsabilidad de reconocer obstáculos y evitar que su amo tropiece con ellos. Todos sus sentidos han sido entrenados para advertir peligros, tanto en movimiento como estáticos, tanto a ras de suelo como en altura.

Los perros guía son capaces, no solo de marcar bordillos, escaleras o desniveles, sino que también buscan asientos libres en los transportes públicos o detectan pasos abiertos. Su autonomía, formación y saber hacer es tal que pueden incluso desobedecer una orden si detectan que cumplirla pone en peligro a su dueño. Al contrario que los humanos, un can de este tipo nunca cruzará un paso de peatones sin mirar o se despistará mientras realiza su tarea.

Lo mismo que las personas, deben pasar por una formación para desarrollar su trabajo, este tipo de canes es sometido a un entrenamiento exhaustivo. Éste comienza a las siete semanas y se extiende hasta los 18 meses, aunque una vez asignado, la preparación continúa con su amo. Durante los primeros meses, el animal se debe acostumbrar a entrar en tiendas, grandes almacenes, cines y todo tipo de transportes públicos.  En la segunda fase comienza el aprendizaje específico con el uso del arnés, el principio de la línea recta (siempre en ese sentido hasta que haya orden de cambio), el trabajo con bordillo y otros obstáculos, y el tráfico.

Como cualquier trabajador, los perros guía deben evitar distracciones, tener iniciativa, ser persistentes en su esfuerzo, tener una gran capacidad de concentración y tener un instinto de conversación muy desarrollado. También deben ser adaptables a los cambios en el entorno ya que desarrollan su labor en espacios variopintos.

El trabajo de perro guía supone pasar unos requisitos extra en cuanto a su salud. Estos canes, que por ley tienen permitida la entrada a todo tipo de locales de uso público, son vacunados contra la rabia anualmente y desparasitados periódicamente. Además, una o dos veces al año, un veterinario debe acreditar que no tienen enfermedades que puedan afectar al hombre. Son, sin duda, los campeones de la prevención e higiene en el trabajo.

Suscríbete a la newsletter