La extinción de un incendio: saber cómo actuar

Lecciones de seguridad
La extinción de un incendio: saber cómo actuar

Tanto en el entorno laboral como en el cotidiano, es importante saber cómo evitar un incendio, pero también es necesario saber cómo actuar cuando éste ya se ha desatado.

Pocas cosas causan tanta devastación como el fuego. En cualquier ámbito, las llamas son motivo de alarma y de miedo, cuando no de pánico. Tanto en el entorno laboral como en el cotidiano, es importante saber cómo evitar un incendio, pero también es necesario saber cómo actuar cuando éste ya se ha desatado. Del comportamiento de quienes estén en la zona dependerá que los daños sean los mínimos, sobre todo en cuanto a pérdidas personales.

En el ámbito laboral, una de las normas más importantes es que toda la plantilla sepa dónde se encuentran los equipos de extinción. Por supuesto, será necesario que sepan cómo se utilizan. Un extintor parece un artilugio sencillo, hasta que los nervios y la tensión de ver cerca una llama hacen que las cosas se compliquen. Conviene que la plantilla sea instruida en detalles como que no todos los fuegos pueden apagarse de la misma forma o que el propio extintor no es adecuado para todos los tipos de combustiones. Tampoco viene mal que sepan que, si el aparato es de CO2, hay que utilizar guantes y nunca se colocará la mano sobre el difusor porque existe riesgo de quemaduras por congelación.

Ante un fuego, es importante mantener la calma, así como avisar a los compañeros y al responsable de departamento. Si se piensa que es posible dominarlo, hay usar el extintor adecuado, y atacarlo de espaldas al viento o a favor de las corrientes de aire. Eso sí, hay que ser consciente de que los extintores portátiles sólo son eficaces ante conatos. En caso de duda, tras dar la alarma, y siempre que no haya riesgo, hay que cerrar todas las puertas y ventanas. Luego, situarse en lugar seguro.

Los extintores no son objetos de adorno para colgar la chaqueta. Se ubicarán a una altura que no superará los 1,70 metros y jamás se colocarán objetos de ningún tipo sobre ellos o en su entorno. Esto podrían dificultar su visibilidad o su accesibilidad. Además de comprobar que han pasado la inspección anual obligatoria, estos aparatos deben pasar una prueba quinquenal de presión hidrostática. Ambas deben ser efectuadas por personal especializado. Si se han usado, aunque haya sido para un pequeño incidente, nunca se deben devolver a su sitio. Al contrario, es necesario que se entregue para que sea recargado y sustituido inmediatamente por otro totalmente lleno.

 

Eléctricos y gaseosos

Si las llamas se desatan en una instalación eléctrica, se debe cortar la corriente antes de iniciar la extinción. Si no fuese posible, será necesario que quienes intenten apagarlo dispongan de un equipo aislante. Si se trata de un fuego de gases se intentará cortar su suministro, para lo que será necesario que la plantilla conozco el lugar en el que están las válvulas de cierre.

El fuego suele ser engañoso. A veces parece estar totalmente apagado, pero no es así. Por eso es necesario asegurarse de que está completamente extinguido y eliminados todos los focos. Antes de abandonar el lugar, se debe comprobar que la temperatura ha descendido, y, si se ha generado mucho humo, debe ventilarse la zona.

 

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