“Trabajar en una cultura preventiva implica concienciar, formar y acompañar.” – Olaia Izagirre, directora de Seguridad y Salud, Medioambiente y Mantenimiento de HINE Group

Empresas seguras
“Trabajar en una cultura preventiva implica concienciar, formar y acompañar.” – Olaia Izagirre, directora de Seguridad y Salud, Medioambiente y Mantenimiento de HINE Group

Hoy entrevistamos a Olaia Izagirre, directora de Seguridad y Salud, Medioambiente y Mantenimiento de HINE Group. Con su amplia experiencia en el sector, Olaia nos ofrece una visión profunda sobre sus responsabilidades como EHSM Manager, sobre los desafíos específicos que enfrenta la industria de sistemas hidráulicos y energías renovables en materia de seguridad y salud laboral y sobre cuáles son sus claves para afrontarlos con éxito. También charlamos con ella sobre la importancia de fomentar una auténtica cultura preventiva en el sector industrial.

Hoy entrevistamos a Olaia Izagirre, directora de Seguridad y Salud, Medioambiente y Mantenimiento de HINE Group. Con su amplia experiencia en el sector, Olaia nos ofrece una visión profunda sobre sus responsabilidades como EHSM Manager, sobre los desafíos específicos que enfrenta la industria de sistemas hidráulicos y energías renovables en materia de seguridad y salud laboral y sobre cuáles son sus claves para afrontarlos con éxito. También charlamos con ella sobre la importancia de fomentar una auténtica cultura preventiva en el sector industrial.

 

¿Podrías explicarnos brevemente cuáles son tus principales responsabilidades dentro de HINE Group?

En HINE llevamos más de medio siglo fabricando componentes clave para nuestros clientes. Sin embargo, si algo hemos aprendido en estos 51 años de trayectoria es que el componente más estratégico de nuestro proyecto son las personas. Por eso, la prevención de riesgos laborales y el cuidado de la salud no son solo una obligación legal, sino un compromiso profundo con lo que realmente nos mueve.

La prevención no es una responsabilidad individual, sino compartida. Nuestro objetivo es proteger la salud y la seguridad de todas las personas que formamos parte del grupo, mediante la identificación, evaluación y control de los riesgos laborales, la formación e información continua a los trabajadores y trabajadoras, y la vigilancia activa de la salud.

 

HINE Group es un referente en sistemas hidráulicos y soluciones para energías renovables. ¿Qué retos específicos plantea este sector en materia de seguridad y salud laboral?

En este sector, los principales retos en materia de seguridad y salud laboral están marcados por tres factores clave: las personas, la tecnología y el entorno.

La alta exigencia técnica del sector nos impulsa a una constante especialización. Esto se traduce en la necesidad de formación específica, como los estándares internacionales de formación en energía eólica (GWO, entre otros), que garantizan que nuestros equipos estén preparados para intervenir en entornos complejos y de riesgo.

Además, el uso de tecnologías avanzadas para la detección temprana de fallos no solo mejora la fiabilidad de los sistemas, sino que también reduce la accidentabilidad, al minimizar las intervenciones correctivas. Esto nos permite alargar la vida útil de los equipos, reducir el número de mantenimientos y optimizar las actuaciones, siempre con la seguridad como prioridad.

 

¿Cómo ha evolucionado la cultura preventiva en HINE Group desde sus inicios hasta la actualidad?

Uno de los valores que mejor definen la trayectoria de HINE es la capacidad de adaptación al cambio. Por eso, la mejora continua no es solo una práctica, sino parte de nuestro ADN. Esta evolución ha sido posible gracias al trabajo transversal entre personas y departamentos, con una visión sistémica que nos permite abordar los retos desde una perspectiva global. En línea con esta forma de pensar, el PEGH (Plan Estratégico Grupo HINE 2025–2028) incorpora un enfoque proactivo como uno de sus cuatro ejes clave para nuestra competitividad, impulsando una actitud anticipatoria también en ámbitos como la prevención.

Contamos con un Sistema de Gestión Multisite certificado bajo la norma ISO 45001 en todas nuestras plantas, lo que nos permite unificar criterios y garantizar altos estándares de seguridad. Realizamos un seguimiento mensual de indicadores clave (KPIs) y llevamos a cabo análisis DAFO para identificar tanto debilidades internas como amenazas externas.

Hace más de una década dimos un paso importante con la adecuación de maquinaria para cumplir con el Real Decreto 1215 y obtener el Marcado CE. Hoy, seguimos avanzando con iniciativas como el proyecto “Empresa Saludable”, que refleja nuestro compromiso con el bienestar integral de las personas, abordando de forma proactiva los factores psicosociales y otras condiciones que pueden impactar en su calidad de vida, tanto dentro como fuera del entorno laboral.

En una sociedad cada vez más acelerada y exigente, la salud mental se ha convertido en una prioridad ineludible. Desde HINE apostamos por una política preventiva valiente y proactiva, que no solo proteja, sino que también promueva activamente el bienestar físico, emocional y social de todas las personas que forman parte del grupo.

 

Desde tu experiencia, ¿Qué papel juega el liderazgo en la prevención y cómo lo fomentan dentro de los distintos niveles de la organización?

En HINE, la prevención está presente en todos nuestros procesos. Trabajamos desde una perspectiva transversal y multidisciplinar, integrando la seguridad y la salud desde la fase de diseño de los equipos hasta su comercialización y uso en casa del cliente. Este enfoque nos permite anticipar riesgos y establecer medidas eficaces, que revisamos periódicamente mediante auditorías y evaluaciones conjuntas con nuestros clientes.

El liderazgo tiene un papel esencial en este modelo. De hecho, el año pasado pusimos en marcha un proyecto que refuerza esta visión: la Escuela de Liderazgo de HINE. Con ella, no solo buscamos formar líderes eficaces, sino también impulsar una cultura organizacional más humana, consciente y saludable. Para nosotros y nosotras, liderar es cuidar. Los responsables de equipo son figuras clave para construir entornos de trabajo donde la prevención, el bienestar y la confianza formen parte de la rutina diaria.

 

La formación es clave en la prevención de riesgos. ¿Qué tipo de capacitación reciben las personas trabajadoras en HINE y cómo se actualiza esta formación a lo largo del tiempo?

En HINE, creemos que la prevención comienza desde el primer contacto. Por eso, nuestro Plan de Acogida no se limita al primer día, sino que acompaña a cada nueva incorporación durante su primera semana, su primer mes, su primer trimestre y hasta completar su primer año en la organización. Este enfoque progresivo nos permite consolidar una cultura de prevención y bienestar desde el inicio, garantizando una integración segura, cercana y alineada con nuestros valores.

Toda incorporación comienza con una sesión de bienvenida en la que se presentan HINE, su misión, visión y valores. En materia de seguridad y salud, diferenciamos claramente entre los puestos de oficina y los de taller, ya que los riesgos y necesidades formativas son distintos. En ambos casos, se imparte formación específica sobre el puesto de trabajo, conforme al artículo 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, así como la formación establecida por el convenio del metal. También se abordan las medidas de emergencia y el plan de autoprotección, incluyendo la actuación de los equipos de intervención, evacuación y primeros auxilios.

En los puestos vinculados a la producción, además, se ofrece formación técnica especializada en el manejo de grúas, carretillas elevadoras, mercancías peligrosas, soldadura, pintura y, en el caso del equipo de asistencia técnica, formación GWO para intervenciones en el sector eólico. A esto se suma la capacitación en competencias e instrucciones específicas definidas para cada puesto, más allá de la formación reglada. En definitiva, en HINE entendemos la formación y el aprendizaje como un proceso continuo, vivo y adaptado a la realidad de cada persona y cada puesto.

 

¿Cómo crees que están influyendo las nuevas tecnologías en el campo de la seguridad laboral?

En HINE, hemos comenzado a incorporar herramientas como la realidad virtual y la realidad aumentada en nuestras formaciones, lo que nos permite simular situaciones reales de riesgo en entornos seguros y controlados. Las hemos utilizado en formaciones de Primeros auxilios y de altura. Este tipo de experiencias inmersivas facilita una comprensión más profunda de los procedimientos, mejora la retención del conocimiento y refuerza la capacidad de reacción ante posibles incidentes.

 

¿Podrías darnos algún ejemplo de alguna innovación que haya implementado HINE y que haya mejorado la seguridad y/o la salud de las personas trabajadoras?

Un ejemplo claro es el proyecto de alargamiento de la vida útil del aceite hidráulico que pusimos en marcha hace varios años. Esta iniciativa ha permitido reducir significativamente el número de intervenciones de mantenimiento, lo que a su vez minimiza la exposición a riesgos y mejora la eficiencia operativa.

También contamos con un centro propio de I+D, donde realizamos ensayos de fatiga de materiales para mejorar la durabilidad de los equipos y anticiparnos a posibles fallos. Además, llevamos a cabo auditorías SQA a nuestros proveedores, con el objetivo de garantizar que cumplen con los estándares de seguridad, calidad y sostenibilidad que exigimos. Estas iniciativas reflejan nuestro compromiso con una prevención activa, basada en el conocimiento, la anticipación y el cuidado.

 

¿Cómo integra el grupo HINE la prevención de riesgos psicosociales en sus políticas de seguridad y salud laboral?

En HINE, integramos la prevención de riesgos psicosociales desde una visión centrada en la persona y alineada con la definición de salud de la OMS, entendida como bienestar físico, mental y social. La rápida expansión del grupo nos llevó a replantear la organización interna, redistribuir tareas y funciones, y detectar procesos que generaban tensión. Como respuesta, pusimos en marcha el proyecto “Empresa Saludable”, que incluye un diagnóstico de la plantilla, la identificación de áreas sensibles, el acompañamiento en la búsqueda de soluciones y un seguimiento continuo, todo ello con el objetivo de promover el bienestar integral de las personas.

Además, hemos incorporado herramientas como las Conversaciones para el Desarrollo, espacios uno a uno entre cada persona y su responsable, que permiten abordar no solo el rendimiento, sino también las emociones, expectativas y dificultades. Estos encuentros fomentan la confianza y permiten detectar de forma temprana situaciones de malestar.

También impulsamos las Reuniones de Tribu, encuentros periódicos de equipo que refuerzan el sentido de pertenencia, facilitan el aprendizaje compartido y ayudan a afrontar retos comunes. Junto con iniciativas como la Escuela de Liderazgo, estas acciones reflejan nuestro compromiso con una salud laboral integral, donde el cuidado emocional es tan prioritario como la seguridad física.

 

¿Tienes alguna anécdota o experiencia destacada relacionada con la prevención de riesgos laborales que quieras compartir?

Recuerdo con especial cariño la creación de una mesa de prevención entre varias empresas del sector del metal en la zona del Goierri. El objetivo era claro: intercambiar opiniones, compartir experiencias, generar sinergias y colaborar en la mejora continua de la seguridad laboral. Con el paso del tiempo, esta iniciativa fue asumida y gestionada por la entidad Goierri Valley, un organismo que promueve la colaboración entre distintos agentes del sector. Esta experiencia demuestra que, cuando se unen conocimiento y voluntad, es posible construir espacios compartidos que enriquecen a todas las organizaciones implicadas y refuerzan la cultura preventiva en el territorio.

 

Para finalizar, ¿qué mensaje trasladarías a otras empresas del sector industrial sobre la importancia de invertir y trabajar en una verdadera cultura preventiva?

Entendemos que la credibilidad no se construye solo con palabras, sino con hechos, con coherencia y con una forma de mirar y cuidar a las personas que va más allá del cumplimiento normativo. La prevención no consiste únicamente en aplicar procesos o cumplir con la legislación, aunque por supuesto eso también es necesario, sino en adoptar una mirada sistémica y holística que sitúe a las personas en el centro.

Trabajar en una cultura preventiva implica concienciar, formar y acompañar. Por ejemplo, con motivo de la Semana Mundial de la Calidad, impulsamos una campaña interna de sensibilización que incluía charlas y espacios de reflexión.

En ella lanzamos un mensaje claro y directo: “Trabajamos para ganarnos la vida, no para perderla.” Porque creemos que solo desde el compromiso real, compartido y sostenido en el tiempo, es posible construir entornos industriales seguros, saludables y humanos.

 

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