Tecnología aplicada a la seguridad en el trabajo: Realidad aumentada

Lecciones de seguridad
Tecnología aplicada a la seguridad en el trabajo: Realidad aumentada

La realidad aumentada, al igual que otras tecnologías de las que ya hemos hablado anteriormente, está emergiendo con fuerza como una herramienta que trae grandes beneficios en el ámbito de la seguridad y salud laboral. En el entorno laboral actual, donde la implantación de esta nueva tecnología se está empezando a desarrollar cada vez más, la capacidad de superponer información digital sobre el mundo físico permite que las personas trabajadoras puedan interactuar con el entorno de una manera completamente nueva.

La realidad aumentada, al igual que otras tecnologías de las que ya hemos hablado anteriormente, está emergiendo con fuerza como una herramienta que trae grandes beneficios en el ámbito de la seguridad y salud laboral. En el entorno laboral actual, donde la implantación de esta nueva tecnología se está empezando a desarrollar cada vez más, la capacidad de superponer información digital sobre el mundo físico permite que las personas trabajadoras puedan interactuar con el entorno de una manera completamente nueva.

La formación es un terreno donde la realidad aumentada brilla con luz propia (como Montoya ;-). En lugar de depender de manuales o fotografías y videos algo estáticos, las personas trabajadoras pueden participar en simulaciones realistas que les permiten practicar actuaciones reales en un entorno seguro. A través de dispositivos como gafas inteligentes, tablets o smartphones, las personas trabajadoras pueden recibir instrucciones, visualizar datos y simular situaciones de riesgo, todo mientras están en su entorno laboral real.

Al poder usar las gafas de realidad aumentada, las personas trabajadoras pueden visualizar en tiempo real los peligros que les rodean. Esta experiencia inmersiva les permite identificar áreas de riesgo y recibir alertas visuales sobre maquinaria en funcionamiento o la ubicación de equipos de protección personal… Convirtiéndose en un aliado invaluable que proporciona información crítica que puede marcar a futuro la diferencia entre un día de trabajo seguro o una jornada con accidente potencial incluida.

Esta metodología no solo mejora la comprensión de los procedimientos de seguridad, sino que también facilita la retención de información, ya que las personas trabajadoras se involucran activamente en su aprendizaje. Al experimentar situaciones de riesgo de manera virtual, se sienten más preparados y confiados para enfrentar desafíos en el mundo real.

Así que esta tecnología mejora enormemente la formación sobre seguridad y riesgos laborales, promoviendo, además, una cultura de seguridad más sólida y consciente al poderla experimentar desde una perspectiva mucho más realista. Al involucrar a la plantilla en su propia formación y en la identificación de riesgos, se crea un ambiente de trabajo más consciente y proactivo en cuanto a la seguridad.

Además, la realidad aumentada fomenta una comunicación más efectiva entre los equipos. Facilita la comunicación, permitiendo que los trabajadores y trabajadoras compartan información visual en tiempo real, por ejemplo, pueden señalar problemas o riesgos a sus compañeros/as de manera instantánea, lo que contribuye a una respuesta más rápida y coordinada ante cualquier eventualidad. Esto es especialmente útil en situaciones de emergencia, donde cada segundo cuenta y la claridad en la comunicación puede salvar vidas.

Sin embargo, la implementación de esta tecnología no está exenta de desafíos. Uno de los principales es, sin duda, la inversión inicial que requiere. La adopción de esta tecnología implica no solo la adquisición de dispositivos como gafas inteligentes o tablets, sino también la creación de contenido específico y la integración de sistemas que permitan su funcionamiento efectivo en el entorno de trabajo. Esta inversión puede ser considerable, especialmente para pequeñas y medianas empresas que ya enfrentan limitaciones presupuestarias.

Otra problemática puede ser que la falta de familiaridad con la tecnología genere resistencia al cambio en algunas personas, lo que a su vez puede afectar a la eficacia de la implementación. Además, hay que tener en cuenta la necesidad de mantener y actualizar la tecnología, siempre en constante evolución.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, es importante considerar que al integrar esta herramienta en los procesos de formación y prevención, las empresas pueden reducir el número de accidentes laborales y fomentar un entorno de trabajo más seguro y eficiente para todas las personas trabajadoras.

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