Teoría del cisne negro, ¿se puede prever todo lo que puede ocurrir?

Lecciones de seguridad
Teoría del cisne negro, ¿se puede prever todo lo que puede ocurrir?

Es impredecible, genera un gran impacto tanto social como económico, y después de que ha ocurrido aparecen diferentes teorías para explicar y justificar el porqué de su origen hasta parecer que ese “algo” se “venía venir”.

Es impredecible, genera un gran impacto tanto social como económico, y después de que ha ocurrido aparecen diferentes teorías para explicar y justificar el porqué de su origen hasta parecer que ese “algo” se “venía venir”. Se trata del cisne negro, un término metafórico que aparece en el libro del mismo nombre del investigador, ensayista y financiero Nassim Nicholas Taleb (2008), al que seguía una frase que también da qué pensar: “El impacto de lo altamente improbable”.

Ese “algo” se refiere a acontecimientos positivos a nivel global (el descubrimiento de la penicilina, la aparición de los ordenadores personales, de internet …), y sucesos globales negativos (las guerras mundiales, el 11 M en España, el 11 S en EE.UU., la crisis económico-financiera mundial …). Incluso hay quien aplica este término de cisne negro a la pandemia de la Covid-19, aunque el propio Taleb no lo considera así.

Entonces, la pregunta que nos podemos hacer es, si son impredecibles ¿de qué forma podemos identificar un cisne negro? Porque este tipo de sucesos pueden cambiar nuestra vida, nuestra empresa, nuestra sociedad, nuestra gestión de riesgos (y todo lo que se nos ocurra) para bien o para mal y, en este último caso, se nos puede presentar un buen problema.

Y eso en un tiempo en el que tenemos una inmensa cantidad de datos (en el que términos como el el big data se están haciendo de uso común y corriente) que nos pueden servir para predecir los riesgos que se nos pueden plantear, pero puede suceder “algo” (ese cisne negro) que nos descoloca y afecta. Es cuando volvemos a acordarnos de “el impacto de lo altamente improbable”, y de ahí la afirmación de que hay que estar preparado tanto para lo imposible como para lo probable, y no simplemente conformarse con analizar lo que ya conocemos.

En cuanto a gestión de riesgos se refiere, ¿cómo se afronta un cisne negro y cómo se puede atenuar? Para unos, la clave reside en la capacidad que tenemos de pronosticar de forma analítica junto a los cambios transformadores en la tecnología emergente. Es decir, una tecnología/panorama tecnológico que avanza muy rápido y que está continuamente transformándose. Y son precisamente estos avances los que nos ayudarán a planificar y a intentar contener los eventos tipo cisne negro a través de la gestión de riesgos, siendo conscientes de la gran variedad y complejidad de posibles escenarios a los que nos enfrentamos.

Para otros es estar preparados para responder a este tipo de acontecimientos cisne negro a pesar de ser impredecibles, inesperados y que nos afectan en gran manera. Un ejemplo que nos puede servir para ver cómo mitigar incidentes de seguridad desde la gestión de riesgos (aunque el “algo” al que se refiere nos puede parecer lejano) son los siete puntos en los que el autor destaca a la prevención a través de la administración de riesgos. Entre ellos, realizar el análisis exacto del contexto del escenario (o escenarios) donde operan los dispositivos de seguridad para conseguir una evaluación de riesgos objetiva y adecuada que permita entender la amenaza y sus riesgos. Además de realizar auditorías periódicas para evaluar posibles debilidades o vulnerabilidades en los sistemas de seguridad, o implementar sistemas de detección temprana, planes y protocolos de reacción inmediata, entre otros.

Y todo ello porque, tal y como dice su autor literalmente: “No podemos predecir lo que no podemos imaginar, pero sí podemos establecer lo que es normal, y detectar cuándo hay un cambio del estado de normalidad (aunque todavía no haya ocurrido ningún evento con gran impacto), y activar las alertas para tener preparadas las medidas de contención y reacción”.

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