Seguridad y exposición a agentes químicos en el sector de gestión de residuos

Segurmanía
Seguridad y exposición a agentes químicos en el sector de gestión de residuos

La gestión de residuos es un sector fundamental para la Sostenibilidad de una sociedad moderna, pues hace funcionar la infraestructura que permite mantener nuestras ciudades limpias y saludables y atender las necesidades de la industria en dar solución a sus últimos restos de material. Como cualquier otro sector, la gestión de residuos conlleva ciertos riesgos y, seguramente, uno de los más significativos y complejos de gestionar es la exposición a agentes químicos.

La gestión de residuos es un sector fundamental para la Sostenibilidad de una sociedad moderna, pues hace funcionar la infraestructura que permite mantener nuestras ciudades limpias y saludables y atender las necesidades de la industria en dar solución a sus últimos restos de material. Como cualquier otro sector, la gestión de residuos conlleva ciertos riesgos y, seguramente, uno de los más significativos y complejos de gestionar es la exposición a agentes químicos.

La gestión de residuos comprende un conjunto de actividades que incluyen la recogida, el transporte, el tratamiento y la disposición final de residuos sólidos y líquidos, en muchos casos intrínsecamente peligrosos.

Los agentes químicos presentes en los residuos pueden variar ampliamente y pueden incluir sustancias tóxicas, corrosivas, inflamables o que comporten riesgos biológicos. La exposición a estos agentes químicos puede tener consecuencias graves para la salud de las personas trabajadoras y para el medio ambiente si no se manejan adecuadamente.

La exposición a estas sustancias puede ocurrir en varias etapas del proceso de gestión de residuos, desde la recogida y el transporte, hasta el tratamiento y la disposición final. Un envasado inadecuado o un etiquetado erróneo pueden poner en serio riesgo a las personas que los manipulan, que corren un alto riesgo de exposición, si no se toman las medidas de precaución adecuadas.

Es habitual encontrarse con sustancias tóxicas, como metales pesados, PCBs o restos de pesticidas mezclados con tierras, o productos corrosivos, que pueden incluir ácidos o bases fuertes tan comunes como ácido sulfúrico o hidróxido de sodio procedentes de productos industriales desechados, pero que también pueden estar presentes en productos químicos de uso doméstico.

Los residuos clasificados como inflamables son otro peligro muy significativo en la gestión de residuos. Estos materiales pueden incendiarse o explotar en presencia de una fuente de ignición. Ejemplos comunes de sustancias inflamables incluyen disolventes y gases comprimidos. Las fugas o derrames de sustancias inflamables pueden desencadenar incendios o explosiones, poniendo en peligro la vida de las personas trabajadoras y causando daños materiales.

Además de los peligros químicos, en el sector de gestión de residuos también se enfrentan a peligros biológicos. Esto incluye microorganismos patógenos, como bacterias, virus y hongos que pueden estar presentes en los residuos sólidos orgánicos o líquidos. La exposición a estos patógenos puede provocar enfermedades infecciosas en las personas trabajadoras durante la gestión de residuos biológicos como los residuos hospitalarios o los residuos de laboratorio.

En la etapa de recogida de residuos, el personal puede estar expuesto a agentes químicos al manipular bolsas o contenedores. Los derrames y fugas son riesgos comunes en esta etapa, especialmente en los casos de productos químicos mal almacenados o desechados incorrectamente.

Durante el transporte de residuos desde los lugares de recogida hasta las instalaciones de tratamiento, los transportes pueden sufrir un accidente de tráfico o, por un mal acondicionamiento de la carga, verse expuesto a derrames o fugas de productos químicos.

En fase de tratamiento o disposición final, en las propias instalaciones de los gestores, un defecto en el etiquetado puede suponer una exposición durante la manipulación de residuos para su procesamiento o durante la realización de operaciones de descontaminación o tratamiento químico.

Para mitigar los riesgos de exposición a agentes químicos en este sector de características tan especiales, es esencial implementar medidas de prevención y control adecuadas y, como en cualquier otro, por supuesto, deben empezar por una planificación y evaluación exhaustiva.

Como no es posible la sustitución de las fuentes del peligro, pues los residuos peligrosos deben seguir siendo gestionados, la adopción de las mejores prácticas de gestión en materia de formación e información del personal, la adopción de medidas colectivas de protección, como sistemas de contención y realizar las operaciones sobre espacios “cubetados” o sistemas de aspiración frente a emisiones gaseosas, son muy importantes.

Pero, además, el sector necesita de la colaboración de sus clientes, con un envasado correcto y una adecuada y precisa identificación y clasificación de los residuos, es esencial contar con procedimientos de manejo específicos para cada tipo de peligrosidad.

Para ello, la normativa, en concreto el Reglamento Europeo (UE) 1357/2014 (Circular KIMIKA 36/15 y Guía del Gobierno Vasco), incluido también en el Anexo I de la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados, regula cómo deben clasificarse los residuos peligrosos. La adjudicación de los códigos HP, su aplicación precisa y conocida por el gestor, es un primer paso esencial.

En definitiva, es responsabilidad de las autoridades, de las empresas productoras y de las empresas gestoras y, por supuesto, de las personas que trabajan en el sector de gestión de residuos trabajar juntos para garantizar que se sigan las mejores prácticas, se cumplan las regulaciones pertinentes y se avance de manera constante en la seguridad de un sector clave para la sostenibilidad y el avance de la economía circular.

 

Luis Blanco Urgoiti

Secretario General de AVEQ-KIMIKA

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