Hábitos seguros (III): Ver más allá. Extrapolación

Vidas seguras
Hábitos seguros (III): Ver más allá. Extrapolación

Muchas veces, la capacidad de extrapolar es algo casual o momentáneo, casi casi fruto de la casualidad. Sin embargo, como casi todo en la vida, ser capar de ver más allá puede convertirse en un hábito muy útil en el entorno laboral.

El ámbito laboral no es un compartimento estanco, como tampoco lo son las tareas que se desempeñan día a día en el puesto de trabajo. Está íntimamente relacionado, no solo con la vida privada de quien realiza una labor, sino también con todos y cada uno de los pasos que se dan para llevar a cabo un trabajo. Por eso, en muchas ocasiones, más de las que se pueda pensar, la solución a un encargo o a un problema concreto puede ser la misma que se aplica en otras áreas de la vida o del mismo empleo. Es lo que se conoce como  extrapolar, o lo que es lo mismo, aplicar una cosa conocida a otro dominio para extraer consecuencias e hipótesis.

Tiene que ver con aplicar la experiencia y tener ‘la cintura’ suficiente para poner en marcha soluciones que han servido en otros momentos. También está muy relacionado con la capacidad de ver más allá de lo que está pasando y anticiparse no solo a sus consecuencias, sino a los posibles problemas que puedan aparecer.

Hacerlo supone un ejercicio de concentración y de agilidad mental, pero, además, supone un buen número de ventajas. Ahorra tiempo ya que aplicar una misma solución a más de un trabajo supone acortar los tiempos de respuesta y poder pasar al siguiente paso. También permite anticiparse a los problemas y, por tanto, poner en marcha soluciones para atajarlo e, incluso, métodos para solucionarlos si es que llegan a presentarse.

Muchas veces, la capacidad de extrapolar es algo casual o momentáneo, casi casi fruto de la casualidad. Sin embargo, como casi todo en la vida, ser capar de ver más allá puede convertirse en un hábito muy útil en el entorno laboral. Lo mismo que el ser humano es capaz de dejar de aplicar una solución que no funciona durante varios intentos, el cerebro es capaz de guardar las experiencias que sí son útiles. Solo hay que estar alerta para ponerlas en marcha. Es parte de lo que se denomina inteligencia emocional y supone una herramienta de gran importancia para el día a día de miles de equipos de trabajo.

A veces puede parecer que se es el primero en enfrentar un dilema en particular. Sin embargo, lo más seguro es que ese problema ya haya sido asumido y resuelto por alguien más. Extrapolar las soluciones aplicadas por otros supone parte del trabajo diario. La extrapolación no solo es aplicable al mismo tipo de problemáticas, sino también a algunas otras que, aunque quizás sean ligeramente distintas, pueden solventarse con la misma mecánica. Es importante explorar lo que otras personas han estado haciendo en situaciones similares. Otra técnica es buscar analogías. Siempre ayuda pensar en un problema de forma más general, lo que nos ayuda a ampliar el espectro de soluciones disponibles.

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