Consejos de OSALAN para prevenir los efectos del calor en el trabajo

Lecciones de seguridad
Consejos de OSALAN para prevenir los efectos del calor en el trabajo

Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en un desafío para la salud de las personas trabajadoras, especialmente en sectores donde la exposición al calor es inevitable. OSALAN, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud en el Trabajo, ha desarrollado una serie de recomendaciones para prevenir los efectos del calor en el entorno laboral. Estos consejos son fundamentales para garantizar el bienestar de las personas y minimizar los riesgos asociados con el estrés térmico.

Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en un desafío para la salud de las personas trabajadoras, especialmente en sectores donde la exposición al calor es inevitable. OSALAN, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud en el Trabajo, ha desarrollado una serie de recomendaciones para prevenir los efectos del calor en el entorno laboral. Estos consejos son fundamentales para garantizar el bienestar de las personas y minimizar los riesgos asociados con el estrés térmico.

Los períodos prolongados de altas temperaturas generan un estrés fisiológico acumulativo en el cuerpo humano. Los efectos del calor en la salud pueden manifestarse de diversas maneras y es crucial entender que pueden ocurrir en el mismo día de la exposición, la mayoría de las veces ocurre así, pero que también pueden en los días siguientes a la exposición.

Estos efectos pueden estar directamente relacionados con la exposición al calor, como el estrés térmico, la deshidratación y el golpe de calor. Pero también pueden tener un impacto indirecto, agravando enfermedades preexistentes como las cardiovasculares, respiratorias o renales. Por lo tanto, es esencial estar alerta y tomar medidas preventivas.

Para mitigar los efectos del calor en el trabajo, OSALAN recomienda varias estrategias:

 

Medidas preventivas

  • Implementar un programa de aclimatación adecuado que disminuya el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor. Este proceso debe durar entre 7 y 15 días. Si un trabajador ha estado ausente por vacaciones o bajas laborales, es necesario que vuelva a aclimatarse al calor.
  • Fomentar el mantenimiento físico de las personas trabajadoras.
  • Proporcionar agua potable en las proximidades de los puestos de trabajo.
  • Fomentar que las personas trabajadoras ingieran pequeñas cantidades de agua fresca (aproximadamente un vaso) cada 20 minutos.
  • Implementar sistemas de ventilación y/o climatización general en los espacios de trabajo. Instalar ventiladores y equipos de climatización localizados para mejorar el confort térmico.
  • Utilizar persianas, estores y toldos para disminuir la temperatura en los locales cerrados.
  • Instalar aislamientos y barreras frente a fuentes internas de radiación térmica.
  • Considerar la instalación de puestos de control remoto para evitar la exposición directa al calor.
  • Informar y formar a la plantilla sobre los riesgos relacionados con el calor, sus efectos y las medidas preventivas a seguir.
  • Controlar especialmente y en su caso limitar la exposición de las personas trabajadoras que tomen medicación que pueda afectar su capacidad para regular la temperatura
  • Reducir las tareas pesadas que requieran un alto gasto energético y proporcionar ayudas mecánicas cuando sea posible.
  • Limitar el tiempo o la intensidad de la exposición al calor mediante rotaciones de tareas.
  • Programar las tareas más pesadas durante las horas más frescas del día.
  • Permitir a las personas trabajadoras adaptar su propio ritmo de trabajo y autolimitación de las exposiciones.
  • Aumentar la frecuencia de las pausas de recuperación, por ejemplo, cada hora.
  • Fomentar el trabajo en equipo para facilitar la supervisión mutua y la detección de síntomas de sobrecarga térmica.
  • Habilitar zonas de sombra o locales con aire acondicionado para el descanso.
  • Promover el uso de ropa amplia, de tejido ligero y colores claros, así como la protección de la cabeza.

 

Recomendaciones para los y las trabajadoras

Es crucial que las personas trabajadoras cumplan con las medidas de prevención adoptadas en cada caso, además de seguir estas recomendaciones:

  • Protegerse del sol: Usar gorras, sombreros, gafas de sol y aplicar cremas solares para evitar quemaduras y proteger la piel.
  • Hidratarse adecuadamente: Beber agua fresca frecuentemente, incluso si no se siente sed, es vital para prevenir la deshidratación.
  • Comidas ligeras y equilibradas: Optar por comidas ligeras que faciliten la digestión y no generen un exceso de calor corporal. Evitar consumir bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas. No calman la sed y favorecen la deshidratación. Aumentar el consumo de ensaladas, verduras y frutas, para reponer las sales minerales.
  • Ropa adecuada: Siempre que sea posible, usar ropa ligera y de colores claros que permita la transpiración.
  • Pausas al aire libre: Hacer pausas y descansar a la sombra para permitir que el cuerpo se recupere del calor.
  • Refrescarse: Ducharse y refrescarse al finalizar la jornada laboral ayuda a normalizar la temperatura corporal.

La prevención de los efectos del calor en el trabajo es una responsabilidad compartida entre empresa y plantilla. Adoptando medidas adecuadas y siguiendo las recomendaciones podemos garantizar un entorno laboral más seguro y saludable durante estos meses de calor.

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