¿Cómo abordar la gestión de equipos en la cultura preventiva?

La gestión de un equipo de trabajo debe contemplar siempre la integración de la PRL en el proceso productivo. Para conseguir que la producción y la prevención se desarrollen de forma integrada, es esencial que las personas se comporten, piensen y sientan la seguridad como un elemento positivo y no sólo como la ausencia de aspectos negativas.

Saga Los 10 Componentes de la Cultura Preventiva. Cuarto atributo: Gestión de Equipos.

La gestión de un equipo de trabajo debe contemplar siempre la integración de la PRL en el proceso productivo. Para conseguir que la producción y la prevención se desarrollen de forma integrada, es esencial que las personas se comporten, piensen y sientan la seguridad como un elemento positivo y no sólo como la ausencia de aspectos negativas.

En la gestión de equipos  respecto a seguridad y alud l es importante tener en cuenta las aportaciones que cada componente del equipo puede y debe realizar.  

En los planteamientos clásicos, la aproximación a la reducción de los accidentes se enfocaba desde un puesto de vista negativo, hoy en día los nuevos planes optan por una visión más positiva. Como es el caso de, por ejemplo, la Visión Zero donde se prima y se valora la aportación y participación de todos los componentes del equipo de trabajo al clima de seguridad.

Antes de comenzar una tarea que revista especial riesgo, es esencial que se realice una revisión y puesta en común de los procedimientos, pautas de seguridad, objetivos a lograr, responsables, etc. Así se incide en la necesidad de que las personas planifiquen los trabajos. Uno de los pasos más básicos es la revisión del área en el que se van a desarrollar los trabajos, a fin de poder analizar posibles riesgos, interacción con otras actividades concurrentes y cualquier otra cuestión asociada al lugar de trabajo.

Asimismo, es muy importarte reforzar la necesidad de dialogar de forma sincera y fomentar que los trabajadores puedan expresarse libremente sobre las inquietudes relacionadas con su trabajo, especialmente cuando se refieren a elementos críticos para la seguridad.

Se trata de crear un clima de colaboración en el que todos los participantes sean conscientes de los peligros y consecuentes con las medidas para eliminarlos o controlarlos, fomentando un clima de seguridad y a la vez de NO tolerancia con la inseguridad.

Cuando se generen situaciones de inseguridad, por no estar debidamente evaluadas o por no haber planificado bien las medidas de prevención es necesario detener la actividad y solicitar información y apoyo a los responsables.

Antes de realizar trabajos de riesgo, es recomendable dedicar unos minutos a reflexionar calmadamente sobre la tarea que se tiene que realizar, planificar mentalmente la actividad, visualizar los pasos a dar, las herramientas o equipos de trabajo a utilizar, etc.

Para que no haya elementos imprevistos a la hora de realizar algún trabajo de riesgo, es vital la planificación del mismo mediante un procedimiento de trabajo que contemple todos los elementos precisos para realizar correctamente el trabajo con las debidas garantías para con la seguridad y salud de los trabajadores.

Los trabajadores con experiencia deben participar en la elaboración del procedimiento, no sólo para incorporar ese conocimiento experto, sino para mejorar la implicación y adherencia al cumplimiento del procedimiento, por haber participado los propios trabajadores en él.

Por último, es esencial contar con los fabricantes y autoridades de certificación y control a la hora de trabajar con equipos y materiales. La normativa de comercialización impone unos estrictos controles de calidad y seguridad. Debe entrenarse a las personas trabajadoras para que reconozcan y valoren la importancia de verificar los equipos de trabajo, maquinaria, herramientas, materiales, etc., a través de la comprobación de placas de características, sellos, etiquetas   de certificación, manuales de instrucciones, etc.