Sé como Aladino: nunca sin tu alfombra

Lecciones de seguridad
Sé como Aladino: nunca sin tu alfombra

Lejos de ser un elemento fantástico, como la del protagonista del cuento, las alfombras de seguridad evitan accidentes reales.

De esos que si se sufren pueden impedir volver a casa en el mismo estado en el que saliste para ir a trabajar. Así que si el bueno de Aladino confiaba en ellas para sus desplazamientos, tú no debes despreciar su utilidad en el entorno laboral.

Las de seguridad, en concreto, dejan a un lado los flecos y los colorines y se decantan por materiales como el pvc, elementos de acero, placas aislantes, dibujos antideslizantes, relieves que mejoren la adherencia o acolchados ergonómicos. Estas alfombras se colocan cubriendo zonas de peligro o donde una persona va a estar mucho tiempo de pie. Son típicas, por ejemplo, en las zonas de paso, en la protección de prensas o en entornos húmedos.

Como en el caso de sus primas ‘decorativas’, existen muchos tipos de alfombras y cada una se adapta al trabajo que se realiza sobre ella. Así, las antideslizamiento están diseñadas para proporcionar tracción extra gracias a su superficie agresiva y sus diferentes texturas; otras resisten al aceite y evitan resbalones sobre el viscoso elemento; las de soldadura están compuestas de un caucho de larga duración retardante del fuego; las de drenaje cuyo diseño abierto permite desalojar líquidos y deshechos proporcionan un lugar seguro donde pisar.

Por su parte las electroestáticas evitan las desagradables descargas electroestáticas y protegen los equipos de trabajo, mientras que las no conductoras protegen al trabajador en caso de descarga eléctrica. En lugares con temperaturas extremas, vibraciones o ruido, se recomienda el uso de las alfombras aislantes que además de evitar estas molestias, optimizan la sensación general de bienestar. Otros modelos se ajustan al tipo de carga que vayan a soportar.

Antifatiga

Las alfombras de seguridad antifatiga alivian la presión de los pies, estimulan la circulación sanguínea y ayudan a disminuir el estrés en la parte baja de la espalda, las articulaciones de las piernas y los principales grupos musculares. Se trata de dispositivos especialmente diseñados para aquellos trabajadores que pasan mucho tiempo caminando, de pie o soportando cargas.

El acolchado de estas alfombras permite que el cuerpo se balancee de forma natural e imperceptible. Ello fomenta un leve movimiento en los músculos de piernas y las pantorrillas que facilita el flujo sanguíneo y evita que la sangre se estanque en las venas. En pocas palabras, disminuyen el cansancio. También ayudan a eliminar la incidencia de problemas como la fascitis plantar u otras enfermedades graves en los pies, así como a reducir los problemas de espalda.

Es evidente, además, que la reducción de la fatiga disminuye la posibilidad de accidentes. Quizás no sean tan bonitas como las de salón de casa, pero nadie gana en efectividad a las alfombras de seguridad.

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