Síndrome del arnés; Causas, síntomas y medidas preventivas

Lecciones de seguridad
Síndrome del arnés; Causas, síntomas y medidas preventivas

Cuando una persona trabaja en altura el riesgo sobre el que se centra principalmente la atención es la caída. Equivocadamente, algunas personas piensan que ese es el riesgo mayor y que una vez la persona trabajadora ha sobrevivido a la caída y se encuentra suspendida del arnés los riesgos han desaparecido y se encuentra a salvo. Sin embargo, existe un riesgo que aún es bastante desconocido y que puede resultar igualmente peligroso: el síndrome del arnés.

Cuando una persona trabaja en altura el riesgo sobre el que se centra principalmente la atención es la caída. Equivocadamente, algunas personas piensan que ese es el riesgo mayor y que una vez la persona trabajadora ha sobrevivido a la caída y se encuentra suspendida del arnés los riesgos han desaparecido y se encuentra a salvo. Sin embargo, existe un riesgo que aún es bastante desconocido y que puede resultar igualmente peligroso: el síndrome del arnés.

Este síndrome, conocido también como trauma por suspensión, síndrome ortostático o shock ortostático puede tener también consecuencias letales. Cuando después de una caída, se produce la fase de suspensión, si ésta se alarga durante tiempo prolongado colgado del arnés, en un estado de inmovilidad provocado por la imposibilidad de moverse o porque la persona se encuentra inconsciente o agotada, existe un gran riesgo que puede conllevar incluso la muerte en cuestión de minutos.

La suspensión provoca una acumulación de sangre en las piernas y al estar inmovilizadas se puede producir un fallo en el retorno venoso, que puede verse agravado porque las cintas del arnés impidan el paso de la sangre. Esto provoca que llegue menos sangre al corazón y puede producirse una hipotensión arterial y una reducción del flujo sanguíneo en otros órganos vitales. La presión y la falta de circulación sanguínea hace que se acumulen toxinas por la falta de oxígeno y la muerte celular.

Los síntomas que presenta el síndrome del arnés son entumecimiento de pies y piernas, parestesia, náuseas, taquicardia, dolor intenso, sensación de asfixia, contracciones incontrolables, hipotensión y disminución del nivel de conciencia.

La aparición de los síntomas en personas conscientes puede ocurrir repentinamente y sucederse a gran velocidad. Si la víctima no puede reaccionar, en pocos segundos los síntomas pueden agravarse.

La rapidez con la que una persona puede presentar los síntomas depende de sus condiciones físicas. Sintomatologías como la deshidratación, la hipotermia, el dolor, la fatiga y antecedentes de enfermedad cardiovascular o respiratoria aumentan significativamente el riesgo de padecer el síndrome del arnés.

Para prevenir el síndrome del arnés lo primero que hay que llevar a cabo son acciones genéricas destinadas a divulgar su gravedad, para concienciar y mentalizar a las personas trabajadoras en altura de su importancia y de lo vital que es efectuar el rescate con rapidez y la importancia realizar las maniobras correctamente.

Después deben recibir entrenamiento y formación específica en las técnicas de rescate y realizar simulacros periódicos obligatorios que les permitan enfrentarse a esa posible situación las máximas garantías. Entre los conocimientos que deben tenerse en cuenta a la hora de realizar el rescate se encuentran:

  • No se debe colocar a la persona rescatada de repente en posición horizontal, puesto que la sangre sin oxígeno de las piernas puede fluir al resto del cuerpo y dañar los órganos vitales como el cerebro o los riñones, incluso provocar que el corazón deje de latir.
  • En caso de accidente lo primero que debe realizarse es el rescate, dándole prioridad frente a la estabilización de la víctima.
  • Si la víctima permanece consciente se la debe tranquilizar y recordar que mueva las piernas en la medida de lo posible, doblando las rodillas y estirando, manteniendo las piernas, si es posible, en posición horizontal.
  • Antes de realizar el trabajo se debe planificar cuidadosamente las tareas y tener preparado el plan de actuación en caso de emergencia para que la víctima pueda ser rescatada inmediatamente.
  • Es imprescindible saber elegir el arnés anticaídas adecuado por talla y llevarlo correctamente ajustado, ni apretarlo en exceso ni llevarlo demasiado flojo.
  • Evitar utilizar un arnés de un solo punto de anclaje dorsal sin disponer de otros medios de prevención, por ejemplo, una cinta anti-trauma.

 

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