Sabías que… ¿el calzado demasiado plano no es bueno para la salud?

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Sabías que… ¿el calzado demasiado plano no es bueno para la salud?

A simple vista unos zapatos planos parecen lo más cómodo y saludable del mundo, pero no es así. Utilizar calzado demasiado plano es perjudicial para la salud, ya que el pie está obligado a recibir el impacto directamente contra el suelo al caminar. Además, no apoyan al arco plantar ni al talón. Esto supone que un uso continuado pueda derivar en tensión en el telón de Aquiles, dolor en músculos de la pantorrilla y de talones, arco aplanado en los pies, problemas en los tobillos, espalda y caderas, y también provocar problemas posturales.

A simple vista unos zapatos planos parecen lo más cómodo y saludable del mundo, pero no es así. Utilizar calzado demasiado plano es perjudicial para la salud, ya que el pie está obligado a recibir el impacto directamente contra el suelo al caminar. Además, no apoyan al arco plantar ni al talón.

Esto supone que un uso continuado pueda derivar en tensión en el telón de Aquiles, dolor en músculos de la pantorrilla y de talones, arco aplanado en los pies, problemas en los tobillos, espalda y caderas, y también provocar problemas posturales.

Una de las consecuencias de utilizar habitualmente calzado plano es la fascitis plantar.  Se trata de dolor e inflamación a lo largo de la parte inferior del pie, debido a la presión en el talón cada vez que se da un paso.

Ahora que sabemos el problema que pueden causar unos zapatos demasiado planos ¿qué opciones debemos tomar para nuestro bienestar? Hoy en día existen plantillas diseñadas a medida para evitar problemas derivados de una mala pisada. Otra opción es variar cada día el tipo de calzado, así no se fuerzan los pies diariamente, lo que ayudará a nuestra higiene postural.

Por ello, lo mismo que para realizar algunos trabajos se requieren zapatos de seguridad, para uso diario los expertos recomiendan usar un calzado que tenga un tacón de entre 3 o 4 cm, que no presione la zona de los dedos y que disponga de buena amortiguación para que los pies trabajen sin esfuerzo. Lo idóneo es elegir suelas flexibles, antideslizantes y no muy finas.

No nos dejemos guiar por las modas y optemos por un calzado adecuado para nuestra rutina diaria, lo que contribuirá a mejorar nuestra seguridad y comodidad.

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