¿Sabías que nuestro cuerpo genera las ampollas para protegernos?

Sabías que
¿Sabías que nuestro cuerpo genera las ampollas para protegernos?

Lo que igual algunos no saben es que las ampollas aparecen en nuestro cuerpo precisamente para protegernos.

Todos sabemos lo que es una ampolla. ¿Quién no ha tenido alguna vez una? Por ejemplo, al estrenar unos zapatos demasiado rígidos, o por una quemadura producida por el sol, por algún liquido o material caliente que nos haya alcanzado la piel, o tras una larga caminata o actividad que haya producido una fricción o rozamiento en alguna parte del cuerpo… Lo que igual algunos no saben es que las ampollas aparecen en nuestro cuerpo precisamente para protegernos.

Porque en todos los casos anteriormente citados nuestra piel ha sufrido algún tipo de lesión y es entonces cuando nuestro sabio organismo pone en marcha su sistema de protección y genera una especie de burbuja llena de líquido, molesta e incluso dolorosa en ocasiones, que lo que hace es aislar la piel dañada para que pueda regenerarse, a la vez que la protege de posibles infecciones. ¿Cómo lo hace? Gracias al líquido linfático o linfa que contiene nutrientes, que ayudan a crear una nueva capa de piel sana, y glóbulos blancos con gran carga de linfocitos, que combaten las bacterias y/o agentes extraños.

¿Qué hay que hacer cuando nos sale la ampolla? Lo mejor es dejarla actuar por su cuenta, porque cuando la piel esté totalmente recuperada la ampolla desaparecerá por si sola. Por eso, no hay que intentar explotarlas ya que no dejaríamos que el proceso de regeneración se completase adecuadamente y además correríamos el riesgo de que se infectase.

En todo caso, lo que podemos hacer es ayudar a evitar infecciones manteniendo la zona limpia y desinfectada con algún antiséptico y/o protegiendo la zona afectada con algún apósito o vendaje. Por lo demás, tiempo al tiempo para dejar obrar a nuestro cuerpo su “magia”.

Suscríbete a la newsletter