La responsabilidad, uno de los componentes más importantes de la cultura preventiva

Lecciones de seguridad
La responsabilidad, uno de los componentes más importantes de la cultura preventiva

¿Quién se ha ca…? Que huele a bacalau… ¡Tú por tú, habrás sido tú! Desde pequeños tenemos un concepto de la responsabilidad que tiene cierta connotación negativa relacionada con el castigo o la penalización. Sin embargo, la responsabilidad ejercida dentro del ámbito laboral y como atributo a desarrollar en la cultura preventiva de una organización hace referencia a la manera adecuada de gestionar una situación problemática, lo que requiere de una buena capacidad de mando y gestión.

¿Quién se ha ca…? Que huele a bacalau… ¡Tú por tú, habrás sido tú! Desde pequeños tenemos un concepto de la responsabilidad que tiene cierta connotación negativa relacionada con el castigo o la penalización. Sin embargo, la responsabilidad ejercida dentro del ámbito laboral y como atributo a desarrollar en la cultura preventiva de una organización hace referencia a la manera adecuada de gestionar una situación problemática, lo que requiere de una buena capacidad de mando y gestión.

Por tanto, por responsabilidad se entiende la creación de un clima de responsabilidad global que convierta a todas las personas en partícipes de la seguridad del equipo, lo que sin duda tiene una connotación totalmente positiva.

Se trata de evaluar de qué manera responde toda la organización ante una situación novedosa o complicada que surge y que requiere algún tipo de respuesta para la que no se cuenta con conocimientos o experiencia suficientes. Si las personas que la componen actúan o por el contrario omiten. Las personas tenemos una tendencia a actuar de manera más o menos previsible, aunque en ocasiones la tendencia a la no acción pude ser más fuerte.

Dependiendo del tipo de enfoque que genere la dirección de la organización, una situación de incertidumbre podrá generar comportamientos conservadores o, por el contrario, una tendencia a la acción. Dependiendo de la gestión que se realice posteriormente con los resultados obtenidos, se procederá de una manera u otra en situaciones futuras parecidas.

Los directivos de las organizaciones tienen que tener en consideración de antemano los márgenes de actuación en cada situación que pueda darse y orientar a las personas trabajadoras en la dirección correcta para que llegado el caso actúen de la manera más segura.

Deben de tener también presente el derecho personal a la equivocación, que todo el mundo puede cometer en determinado momento. Y no aplicar en ese caso una reprimenda o sanción, otorgando unos márgenes libres de actuación que permitan explorar mejor las alternativas sin miedo a un castigo, lo que permitirá aprender de las situaciones vividas y mejorar la seguridad de cara a futuro.

Pero, sobre todo, se debe dotar a las personas trabajadoras de una formación y una educación preventiva que favorezca un clima de responsabilidad para que en situaciones donde existe riesgos graves se prime siempre la adopción de medidas preventivas y comportamientos conservadores frente a otro tipo de actuaciones.

La seguridad es esencial siempre y antes de iniciar cualquier tarea que conlleve un riesgo es necesario comprobar que se va a realizar con las mayores medidas de prevención. La responsabilidad en una organización es algo que afecta a todos y cada uno de sus componentes. Cada persona integrante del equipo debe actuar de manera responsable. Cuando alguien actúa de esta forma, está invitando al resto de personas a hacer lo mismo.

La directiva debe realizar un enfoque hacia el refuerzo positivo centrando siempre la atención en la comprobación de los elementos a considerar para que la actividad sea segura. Se debe reforzar la integración preventiva y poner siempre el foco en la seguridad del proceso productivo.

Si se realiza una correcta gestión de la responsabilidad, sin castigos o sanciones y enfocada al agradecimiento o reconocimiento, esto ayudará a que las personas trabajadoras reporten los incidentes de una manera más sincera y todas las personas se sentirán más participes y se establecerá un clima más propicio para la comunicación y para una responsabilidad más real.

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