Volver al gimnasio con seguridad

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Volver al gimnasio con seguridad

Con el año nuevo, muchas personas se plantean como propósito retomar el hábito de ir al gimnasio, hábito que fueron abandonando a medida que avanzaba el año anterior. Pero tras un parón de varios meses hay que tener en cuenta una serie de factores para que la vuelta al gimnasio se haga con seguridad. Te explicamos cuales son.

Con el año nuevo, muchas personas se plantean como propósito retomar el hábito de ir al gimnasio, hábito que fueron abandonando a medida que avanzaba el año anterior. Pero tras un parón de varios meses hay que tener en cuenta una serie de factores para que la vuelta al gimnasio se haga con seguridad. Te explicamos cuales son.

Después de las navidades, las fiestas, el periodo de desconexión y los excesos con las comidas es el momento de retomar hábitos saludables y volver al gimnasio, Pero retomar la actividad física debe hacerse con cabeza. El cuerpo debe volver a acostumbrarse a la rutina de los entrenamientos. Así que vamos a darte varios consejos para ayudarte a volver y a retomar los entrenamientos de la forma más segura posible.

La incorporación debe ser paulatina y hacerse poco a poco. Debemos ser respetuosos con nuestro cuerpo y tener en consideración sus carencias físicas tras un periodo de tiempo sin ejercitarse. No puedes llegar el primer día y pretender hacer la misma rutina de ejercicios que hacías habitualmente. No debes llevarte al límite, sino ir acostumbrando a tus músculos y articulaciones al esfuerzo de forma paulatina, para evitar riesgos de lesión.

Es importante planificar los entrenamientos, empezando a trabajar de nuevo los músculos, poco a poco. Debes comenzar haciendo de forma relajada ejercicios de todo tipo, cardiovasculares, de flexibilidad y de resistencia, para ir involucrando las diferentes partes del cuerpo. Conviene comenzar con ejercicios de piernas, para ir subiendo, paulatinamente a la zona superior.

Es primordial realizar calentamientos previos. Los ejercicios de calentamiento ayudan a activar la circulación en la zona, lubricar las articulaciones y aumentar la movilidad y el rango de rendimiento. El calentamiento debe ser de intensidad moderada, una ligera caminata es un buen comienzo.

Y es recomendable terminar con estiramientos suaves que ayudan a relajar los músculos y a disminuir la tensión, acelerando su recuperación. Estirar reduce el riesgo de que cualquier pequeña microlesión pueda terminar siendo más grave.

Debes plantearte objetivos razonables y reales que puedas cumplir, para evitar frustarte y terminar abandonando. La motivación es fundamental. Convienen no pretender ir desde el primer día todos los días al gimnasio, porque es bastante normal que el cuerpo no aguante ese ritmo.

Es mejor desear mantener una regularidad que querer alcanzar una gran intensidad. Una rutina de tres días semanales de entrenamiento es un buen comienzo que puede ir luego aumentando. Hay que fijar días de descanso y respetarlos para que el cuerpo pueda ir asimilando el ejercicio físico de forma segura.

Volver a entrenar después de mucho tiempo puedes planteártelo como un nuevo inicio. Una oportunidad de enmendar los errores que cometías antes y ejecutar los movimientos de la manera adecuada. Así podrás desterrar los malos vicios posturales.

Por supuesto, una alimentación saludable y una buena hidratación son dos pilares fundamentales sobre los que tienes que apoyar tu vuelta al gimnasio. Tras los excesos de las comilonas navideñas hay que volver a cuidar la alimentación y retomar la dieta saludable, que incluya pescados, verduras y frutas.

Hay que beber mucha agua para volver a depurar el cuerpo y mantenerlo adecuadamente saludable, olvidándose de las bebidas alcohólicas y de los refrescos.

Si pones en marcha estos consejos tu vuelta al gimnasio será totalmente beneficiosa para la salud y muy gratificante. Comienza con tranquilidad y seguridad y en breve estarás dándolo de nuevo todo en los entrenamientos diarios.

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