¿Sabías que a Franz Kafka se le atribuye el primer uso obligatorio del casco de seguridad?

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¿Sabías que a Franz Kafka se le atribuye el primer uso obligatorio del casco de seguridad?

Todos conocemos a Franz Kafka, puesto que su fama universal como escritor es indiscutible. Obras como La metamorfosis o Carta al padre o El proceso son conocidas a nivel mundial. Lo que ya no es tan conocido es el hecho de que a Kafka se le atribuye el uso obligatorio del casco de seguridad para uso civil.

Todos conocemos a Franz Kafka, puesto que su fama universal como escritor es indiscutible. Obras como La metamorfosis o Carta al padre o El proceso son conocidas a nivel mundial. Lo que ya no es tan conocido es el hecho de que a Kafka se le atribuye el uso obligatorio del casco de seguridad para uso civil.

No está claro del todo, si Kafka fue el inventor del casco rígido de seguridad, en todo caso sí quede no haberlo inventado lo habría desarrollado y mejorado, cuando trabajaba como gerente en el Instituto de Seguros de Accidentes Laborales de Bohemia, además de conseguir que su uso se convirtiese en obligatorio. Kafka fue uno de los pioneros de la seguridad e higiene en el trabajo, que no estaba entonces regulada. Todo un hito.

Los primeros cascos de seguridad nacieron de la mano de los mineros que trabajaban en las minas de oro. Eran sombreros bombín de fieltro duro, que los mineros rellenaban de algodón para proteger sus cabezas de los escombros y piedras que caían dentro de la mina.

Este fue el origen de los cascos de protección, que fueron evolucionando hasta convertirse en los cascos de acero que Franz Kafka perfeccionó a principios del siglo XX. Posteriormente, a estos cascos se les incluyo un sistema de suspensión interno para amortiguar los golpes. Más tarde, para evitar que se corroyeran, se dejaron de fabricar en acero y comenzaron a hacerse de termoplástico, lo que los hacía más ligeros y cómodos para los trabajadores.

Además, de su aportación al casco de seguridad, Franz Kafka también legó un protocolo de indumentaria para equipar a los obreros de la construcción. Por todas esas medidas de protección que Kafka puso en marcha, así como su inventiva en materia de protección individual, la American Safety Society le otorgó tres años seguidos la medalla de oro.

Así que ya sabes, Kafka fue mucho más que un escritor y gracias a su contribución muchos trabajadores mejoraron su seguridad laboral y hubo menos accidentes laborales.

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