¿Sabías que el primer equipo de protección auditiva se inventó durante la industrialización?

Sabías que
¿Sabías que el primer equipo de protección auditiva se inventó durante la industrialización?

Algo de uso tan habitual para los seguidores de esta página como son los equipos de protección individual, en este caso los dispositivos de protección auditiva, se utilizan sin ser conscientes, muchas veces, de la evolución que han sufrido a largo de la historia y de en qué momento fueron inventados.

Algo de uso tan habitual para los seguidores de esta página como son los equipos de protección individual, en este caso los dispositivos de protección auditiva, se utilizan sin ser conscientes, muchas veces, de la evolución que han sufrido a largo de la historia y de en qué momento fueron inventados.

Nadie sabe con exactitud cuándo el ser humano decidió que había ruidos que resultaban peligrosos para sus oídos y que podían afectar a su capacidad auditiva, lo que sí se sabe es cuando decidió hacer algo para protegerse frente a ellos: a principios del siglo XX.

Fue durante la industrialización, cuando el uso de las maquinas funcionando de forma constante, unas más ruidosas que otras, empezó a traer consecuencias para la capacidad auditiva de los trabajadores. Cuando la exposición reiterada a niveles de ruido altos empezó a agravar las sorderas.

Por ello, en 1939, un estadounidense fabricó el primer equipo de protección auditiva, se trataba de un tapón poroso de látex. Había que utilizarlo impregnado de vaselina para facilitar tanto la inserción como la extracción

A partir de ese momento, muchos inventores más comenzaron a crear otras alternativas y surgieron varios tipos de tapones auditivos. Como el que desarrolló un tal Knighf, en 1954, un tapón preformado que podía reducir los ruidos más intensos.

Pero no fue hasta 1959, cuando Rosenblatt inventó la diadema con tapones de goma, lo que posteriormente iría evolucionando hasta convertirse en lo que hoy llamamos orejeras de protección.

Pocos años después, en 1963, el ruido pasó a ser reconocido como una causa de enfermedad laboral. Tras ello, el ruido en el lugar de trabajo comenzó a ser legislado y se promulgaron leyes para proteger a los trabajadores frente al ruido. Estimándose que un nivel sonoro superior a 80 dB(A) durante una jornada de trabajo podía causar pérdidas auditivas y otros daños, por ello, protegerse del ruido pasó a ser un derecho y una obligación.

Desde entonces, los fabricantes de protecciones auditivas han realizado muchas investigaciones y ha sido necesario que pasasen muchos años de pruebas y perfeccionamiento hasta llegar a las últimas tecnologías de fabricación que se utilizan hoy en día.

En 1992, se comenzaron a fabricar manualmente protecciones auditivas a medida con tapones moldeados de silicona. En 2010, se empezaron a fabricar protecciones auditivas a medida de forma digital y a dominarse la técnica de la fabricación en 3D.

Si la protección auditiva ha evolucionado tanto en 100 años, quien sabe hasta donde será capaz de llegar en tan solo otros 100 más. ¿Cuáles serán las siguientes mejoras? Sean las que sean… ¡serán bienvenidas!!

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