Riesgos mecánicos. ¿Cómo elegir el resguardo adecuado en función del tipo de trabajo que se realiza?

Ya hemos explicado en varias ocasiones que el uso de equipos de trabajo y maquinarias conlleva una exposición a riesgos mecánicos que pueden producir lesiones físicas en las personas trabajadoras por la acción mecánica de alguno o varios elementos de máquinas, herramientas y piezas. Entre las medidas preventivas que deben aplicarse para evitar o minimizar esos peligrosos riesgos, se encuentra la instalación de resguardos que eviten el acceso a la zona de riesgo. Pero ¿cómo se elige el resguardo apropiado? Explicamos qué tipo de resguardo es el más adecuado para cada tarea.

Ya hemos explicado en varias ocasiones que el uso de equipos de trabajo y maquinarias conlleva una exposición a riesgos mecánicos que pueden producir lesiones físicas en las personas trabajadoras por la acción mecánica de alguno o varios elementos de máquinas, herramientas y piezas. Entre las medidas preventivas que deben aplicarse para evitar o minimizar esos peligrosos riesgos, se encuentra la instalación de resguardos que eviten el acceso a la zona de riesgo. Pero ¿cómo se elige el resguardo apropiado? Explicamos qué tipo de resguardo es el más adecuado para cada tarea.

Como ya sabemos los resguardos pueden ser de tres tipos: Fijos, que no pueden moverse de su posición. Están fijados o cerrados; Móviles, que si pueden retirarse o abrirse sin tener que utilizar herramientas; y Regulables, que pueden ser fijos o móviles y pueden ser regulables en su totalidad o incorporar partes regulables.

Pero ¿cuándo se debe instalar un tipo de resguardo u otro? ¿En qué hay que basarse para elegirlo correctamente? Pues para poder elegir el resguardo adecuado hay que tener en cuenta el tipo de trabajo que se va a realizar. Y distinguiremos entre tres clases de trabajos: los trabajos continuos, los trabajaos ocasionales y los trabajos al final de cada ciclo.

¿A que se denomina trabajos continuos? A aquellos en los que la persona trabajadora realiza sus actividades durante toda la jornada de forma continuada en proximidad inmediata con los elementos móviles.

En este tipo de trabajos, si los elementos móviles pueden permanecer totalmente inaccesibles durante las actividades laborales se deben de colocar resguardos fijos o resguardos móviles con enclavamiento, o con enclavamiento y bloqueo si su tiempo de parada es superior a 10 segundos.

Pero si los elementos móviles no pueden hacerse totalmente inaccesibles deberán instalarse resguardos fijos en las zonas que no se utilizan para efectuar el trabajo y además se usarán dispositivos de alimentación de piezas y resguardos regulables de restricción del acceso a los órganos móviles, así como empujadores o dispositivos que incrementen la sujeción de las piezas, o dispositivos de protección que eviten poder acceder al órgano móvil en su fase de peligro.

En el caso de los trabajos ocasionales, que generalmente engloban las tareas de vigilancia y/o control de máquinas totalmente automáticas, como tareas de limpieza, mantenimiento, reglaje… los resguardos deben permitir las intervenciones indispensables para la colocación y/o sustitución de las herramientas, así como para realizar las tareas de mantenimiento, en condiciones de seguridad.

Y en la medida de lo posible, estas operaciones de control y mantenimiento se intentarán realizar a través de los resguardos. El acceso para realizar este tipo de tareas debe limitarse exclusivamente al área en la que debe realizarse el trabajo y si es posible realizarlas sin desmontar el resguardo o el dispositivo de protección establecido.

En las zonas que no se utilizan para efectuar el trabajo se debe disponer de resguardos fijos, o resguardos móviles con enclavamiento o con enclavamiento y bloqueo que impidan acceder al órgano móvil durante el ciclo de trabajo, o bien dispositivos de protección que eviten el acceso al órgano móvil en su fase de peligro.

Por último, para los trabajos al final de cada ciclo, en caso de tratarse de tareas de vigilancia y/o control de máquinas totalmente automáticas, se usarán resguardos móviles con enclavamiento o con enclavamiento y bloqueo que impidan acceder al órgano móvil durante el ciclo de trabajo, o dispositivos de protección que eviten el acceso al órgano móvil en la fase de peligro.

En el caso de tratarse de operaciones de limpieza y mantenimiento deberemos distinguir dos situaciones distintas:

– Aquellas en que las tareas pueden realizarse con los órganos o mecanismos peligrosos completamente parados. En ese caso se empleará la máquina consignada.

– Aquellas en que las tareas NO pueden realizarse con los órganos o mecanismos peligrosos completamente parados. En estas ocasiones se emplearán selectores de mando enclavables que permitan limitar al máximo el riesgo para las fases de intervención en marcha, por ejemplo, pulsadores sensitivos, marcha a pulsos, mandos a distancia, etc. Y el modo seleccionado prevalecerá sobre el resto de órganos de accionamiento, excepto sobre el de paro de emergencia