¿Sabías que abrir la puerta del coche ‘a la holandesa’ puede evitar accidentes? ¿En qué consiste esta maniobra?

Sabías que
¿Sabías que abrir la puerta del coche ‘a la holandesa’ puede evitar accidentes? ¿En qué consiste esta maniobra?

Aunque algunas personas puedan imaginarse tras oír la expresión “abrir la puerta a la holandesa” en alguna practica extraña que hay que realizar ataviado con el traje típico holandés, no tiene nada que ver con eso, por divertido u original que pueda parecernos. 

Aunque algunas personas puedan imaginarse tras oír la expresión “abrir la puerta a la holandesa” en alguna practica extraña que hay que realizar ataviado con el traje típico holandés, no tiene nada que ver con eso, por divertido u original que pueda parecernos. J

Esta expresión se utiliza para hacer referencia a una técnica de apertura de las puertas del coche más segura y que puede ayudar a evitar muchos accidentes. En nuestro país esta técnica igual no es tan conocida como en los Países Bajos (de ahí el origen de su nombre), donde se utiliza a menudo para proteger a los ciclistas que circulan con tanta frecuencia por sus ciudades.

Cuando vamos a salir del coche, si abrimos la puerta repentinamente podemos provocar que algún otro usuario de la vía choque contra ella, lo que puede ocasionar lesiones graves, sobre todo a los usuarios más vulnerables.

Pero esta técnica no solamente sirve para proteger a los ciclistas y usuarios que circulan por la vía, sino también a los propios ocupantes que bajan del coche, puesto que pueden ser arrollados por otro coche que circule por el carril continúo. Sobre todo, los pasajeros de las plazas traseras que no cuentan con retrovisores por los que poder mirar si se aproxima algún vehículo.

 

¿En qué consiste esta maniobra?

Pues se trata de abrir la puerta del coche con la mano contraria al lado donde tengamos la puerta, utilizando la mano que está más alejada de la puerta. Por ejemplo, si vamos a salir por el lado izquierdo debemos asir el tirador con la mano derecha y si vamos a salir por el lado derecho debemos accionarlo con la mano izquierda.

Puede parecer una tontería, pero para realizar este gesto el ocupante del vehículo se fuerza a girar el tronco y el cuello sobre sí mismo, consiguiendo que su mirada se dirija por encima de su hombro a la zona trasera del coche. Ese simple gesto hace que podamos percibir mejor la cercanía de un vehículo que circula pegado al nuestro y anula el ángulo muerto.

De esta manera tan sencilla se puede controlar mucho mejor a los vehículos que se aproximan al nuestro y evitar abrir la puerta en un momento inadecuado impidiendo que se produzca un accidente.

En los Países Bajos, esta técnica es una práctica extendida que se inculca en las propias autoescuelas cuando se va a aprender a conducir. Aquí, debemos de intentar practicarla con asiduidad hasta que se convierta en un hábito para eliminar riesgos.

Suscríbete a la newsletter