¿Sabías que dependiendo de si te duchas por la mañana o por la noche, los efectos sobre tu cuerpo son distintos?

Sabías que
¿Sabías que dependiendo de si te duchas por la mañana o por la noche, los efectos sobre tu cuerpo son distintos?

Ducharse por las mañanas o hacerlo por las noches conlleva diferentes beneficios para nuestro cuerpo. ¿Quieres conocerlos? Te los contamos.

Ducharse por las mañanas o hacerlo por las noches conlleva diferentes beneficios para nuestro cuerpo. ¿Quieres conocerlos? Te los contamos.

Hay expertos que aconsejan la ducha por las mañanas, puesto que nos espabila, ayuda a activar nuestro sistema nervioso, nos pone en alerta, estimula nuestra creatividad, nuestra energía y nuestras ganas de ponernos en acción. Por ello, a las personas a las que les cuesta despertarse y empezar a funcionar, una ducha por la mañana puede resultarles muy beneficiosa.

Sin embargo, la mayoría de médicos y psicólogos consideran que resulta más beneficioso ducharse por las noches. ¿Por qué? Darse una ducha nocturna tiene un efecto relajante. Nos ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona que se genera con el estrés, por lo que nos ducharnos por la noche nos deja más tranquilos y relajados. Además, tras un día de ajetreo, trabajo o ejercicio, alivia las tensiones musculares que se han ido acumulando.

Y, por otro lado, ayuda a nuestros ritmos circadianos, que tienen que ver mucho con la luz y la oscuridad. El sueño se inicia una vez que la temperatura del cuerpo ha bajado y por eso nuestro cuerpo necesita enfriarse a medida que se acerca el momento de dormir. Una ducha templada o un poco caliente, incrementa nuestra temperatura corporal, lo que provoca que nuestro organismo tenga que enfriarnos más rápidamente y esa aceleración brusca contribuye a inducir sueño

Además, también es más beneficioso para nuestra piel. Nos ayuda a limpiarla de todas las impurezas acumuladas que han ido taponando nuestros poros. De este modo mientras dormimos la piel puede recuperarse y regenerarse mejor sin esa suciedad.

En el caso de las personas que sufren alergias, la ducha nocturna ayuda a liberar a su cuerpo de esos alérgenos que les hacen reacción, como el pólen. De este modo, dormirán más tranquilos puesto que al no tenerlos presentes evitarán en gran medida los picores, lloriqueos o molestos estornudos que no permiten descansar bien.

Ahora que conoces los beneficios de ducharse por la mañana o por la noche, elegir entre una u otra dependerá tus propias necesidades o preferencias.

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