¿Cuáles son los riesgos y las medidas de prevención que debes conocer si usas gas en tu hogar?

Si bien el gas es un combustible que se utiliza en calefacción y para las cocinas. Lo primero que debes saber es que el uso de gas en el hogar supone un doble riesgo para sus habitantes:

-Explosión e Incendio

-Asfixia

Pequeñas fugas de gas o la mala combustión de la caldera pueden afectar gravemente la salud de los habitantes de la casa. En los casos en los que se produce una mala combustión, la posible intoxicación se produciría por monóxido de carbono.

Tenemos que prestar atención y estar pendientes, tanto del uso correcto por parte de los usuarios en el hogar como de que la instalación de gas está correctamente realizada y que su mantenimiento es el adecuado. Hay que prestar atención a todas las tuberías y conductos por donde el gas circula por la casa, (bombonas, tuberías, calderas, cocinas…),  y en el caso de gas natural, también por las que van por el exterior de la vivienda.

Hoy en día esos riesgos están controlados si cumples con las siguientes medidas preventivas:

Medidas preventivas

• La instalación debe ser realizada por profesionales autorizados.
• Hay que disponer puntos de ventilación suficientes y mantenerlos despejados y en un estado óptimo.
• Es necesario mantener de forma regular una limpieza adecuada de la instalación.
• En caso de ausencia prolongada de la vivienda, cerrar la llave general de paso del gas, o las bombonas.
• Tener cuidado con la conexión del regulador a la bombona; verificar que el procedimiento es el correcto.
• Nunca utilizar ningún tipo de manguera que no esté certificada
• No utilizar nunca herramientas de filo para retirar el sello de seguridad de las bombonas.
• Realizar un mantenimiento preventivo y efectuar revisiones periódicas de toda la instalación y los aparatos de gas. Como mínimo la compañía distribuidora del gas tiene que efectuar una inspección cada cinco años. Pero además cada vivienda que cuente con una caldera está obligada a hacer un mantenimiento anual.
• Si se detecta alguna anomalía en la instalación o en algún aparato, hay que avisar al servicio técnico del fabricante o a una empresa especializada, debidamente legalizada y autorizada, lo antes posible

RECUERDA

– Si huele a gas, no enciendas ni apagues la luz ni ningún aparato que pueda provocar una chispa ya que existe riesgo de explosión.

– Abre las ventanas para ventilar bien para así sacar al gas de su rango de inflamabilidad e impedir la combustión. Debes tener en cuenta si el gas que usas pesa más o menos que el aire para así saber si tiende a acumularse en las partes bajas de la vivienda o en las partes altas y ventilar esas zonas.

– Cierra la llave de paso. En el caso de que tengas bombonas cierra la válvula de la “alcachofa de conexión” y si tienes gas canalizado debes cerrar la válvula de entrada a la vivienda, en la tubería de cobre. Las llaves de paso sabemos que están cerradas cuando quedan cruzadas respecto a la tubería, formando una cruz. Son de un cuarto de vuelta.

– Si deja de oler a gas y crees que es una avería, llama al servicio técnico para que la reparen. Si ha sido un olvido o un problema del fogón y sabes dónde está el problema no hará falta.

– Si la fuga no para o no estás seguro, llama al 112 pero siempre desde un lugar donde no huela a gas, ya que el móvil puede generar suficiente energía como para que el gas se inflame y explote.

– Si quieres localizar la fuga debes hacerlo pulverizando agua con jabón por toda la instalación. Cuando caiga sobre el punto donde sale el gas se formarán burbujas. Al igual que se suele hacer para localizar pinchazos en hinchables grandes (barcas, flotadores…) Esto siempre con la precaución de haber realizado primero una buena ventilación y mantener una buena corriente de aire.

– Nunca intentes localizar la fuga con un mechero. Es totalmente ilógico, pero hay quien lo hace. Varias personas así me lo han comentado en muchas de las charlas que he impartido.

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