Piscinas caseras y niños. Menos postureo, más seguridad

Vidas seguras
Piscinas caseras y niños. Menos postureo, más seguridad

Cuando llega el verano, poder disponer de una piscina en casa es una maravilla. Ayuda a combatir el calor, permite relajarse, hacer ejercicio y los niños se divierten y disfrutan jugando con el agua. Pero también conlleva unos riesgos que hay que conocer y para los cuales hay que estar prevenido y tomar medidas que ayuden a evitar ahogamientos.

Cuando llega el verano, poder disponer de una piscina en casa es una maravilla. Ayuda a combatir el calor, permite relajarse, hacer ejercicio y los niños se divierten y disfrutan jugando con el agua. Pero también conlleva unos riesgos que hay que conocer y para los cuales hay que estar prevenido y tomar medidas que ayuden a evitar ahogamientos.

La primera medida preventiva es una supervisión continúa y cercana sobre los pequeños cuando están en la piscina, especialmente si están dentro del agua. Nunca debe dejarse solos a los menores en la piscina, a pesar de que sepan nadar. Siempre pueden darse posibles accidentes como caídas, golpes, mareos o perdidas de consciencia… La vigilancia y el control permanente son básicos.

Si hay varios adultos se recomienda fijar de antemano a un responsable de la supervisión, que puede irse turnando. Ya que si no se puede caer en el error de pensar que son los otros los que están vigilando a los niños y al final. unos por otros, confiarse y no estar atentos ninguno. De esta manera, cuando el responsable coja un descanso, asignará la tarea a otra persona que sabrá que la vigilancia recae ahora sobre ella.

La persona que esté al cargo de la vigilancia debe estar atenta y mirar cada pocos segundos o de forma continua a los niños. No debe hallarse lejos del agua para poder alcanzar rápidamente a los niños en caso de ser necesario. Y debe evitar distraerse con teléfonos o lecturas que hagan que pierda la noción del tiempo.

Si los niños no saben aún nadar y necesitan elementos que les ayuden a flotar, se les debe de poner un chaleco. Los manguitos y flotadores de cintura no son seguros, ya que pueden voltearse y hacer que el niño quede con la cabeza metida en el agua.

Se debe de controlar el acceso a la piscina cuando no se está utilizando, por ello es conveniente instalar barreras que impidan a los niños poder acceder a ella en un descuido. Pese a estar atentos pueden escabullirse en cuestión de segundos. Pueden salir de la casa por alguna puerta o ventana que quede abierta.

Colocar una valla o cerca alrededor de la piscina, con seguros de cierre y alarmas que avisen de que alguien está intentando acceder, evitará cualquier tipo de tragedia inesperada. La valla no debe tener puntos de apoyo para que no puedan meter los pies y escalar.

Los listones deben tener muy poca separación entre ellos para que no puedan apoyarse o colarse entre ellos y el pestillo debe estar a una altura considerable para que el niño no pueda llegar a él. Si dispone de un cierre automático aún mejor. Lo ideal son las puertas que se cierren automáticamente al soltarlas y que evitan que puedan quedar abiertas por descuido.

Los elementos de seguridad pasiva, como alarmas perimetrales y alarmas de inmersión ayudan a que, en caso de que el niño caiga al agua, el hecho no pase desapercibido. Para poder actuar rápidamente, si se da el caso, hay que tener a mano siempre un equipo de rescate básico, con un salvavidas con cuerda y una pértiga.

No dejar cerca de la valla objetos que puedan servir a los niños para subirse a ellos y poder trepar, como muebles o juguetes grandes. Además, conviene recoger los juguetes y las colchonetas o flotadores después de su uso, para que no llamen la atención del niño y evitar así que pueda querer a cogerlos.

Cuanto antes se enseñe a los niños a flotar y a nadar mejor. Es conveniente también que los habitantes de la casa reciban una formación en primeros auxilios y aprendan a hacer una reanimación cardiopulmonar, así como que conozcan los teléfonos de emergencia.

Prevenir nunca está de más y en el caso de tener una piscina en casa extremar las medidas de prevención es algo casi obligatorio. Si sigues estas indicaciones podrás disfrutar de tu piscina sin problemas. ¡Feliz verano!

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