¿Cómo aprenden autoprotección los niños?

 

Cuando los niños y las niñas nacen, los adultos son responsables de su protección y cuidado. Pero a medida que van creciendo, los adultos deben de enseñarles a protegerse y para ello deben conocer y comprender los riesgos a los que se pueden ver expuestos, así como la manera de prevenirlos. Los niños y niñas deben aprender a defenderse y los adultos debemos enseñarles cómo hacerlo.

Para poder autoprotegerse deben de conocer su entorno y ser conscientes de los riesgos que implica su situación personal, sus características, sus capacidades, sus carencias, el lugar donde viven…  Porque dependiendo de todo ello los riesgos serán distintos. Por ejemplo, no es lo mismo vivir en el campo que en la ciudad, cada entorno conlleva unos riesgos diferentes.

Para ser capaces de protegerse deben de identificar primero los riesgos para poder mitigarlos. Por ello los adultos deben de fomentar su autoprotección, promoviendo el conocimiento de esos riesgos y explicándoles con palabras adecuadas a su edad y capacidades cuáles son y cómo deben actuar frente a ellos.

Los adultos deben acompañarlos en sus actividades e ir explicándoles en cada ocasión cuáles son los peligrosos a los que pueden verse expuestos, las actividades peligrosas que pueden conllevar riesgos, los posibles accidentes que pueden producirse…

Posteriormente, hay que preguntarles cómo actuarían ante situaciones hipotéticas, como cruzar una calle, si se perdiesen, si tuviesen que ir solos a un sitio, si se les acercase un desconocido… y aportarles soluciones para que puedan ir construyendo estrategias adecuadas para auto protegerse.

Es indispensable también crear un ambiente de confianza y seguridad, en el que los niños se sientan protegidos y escuchados, y en el que se respeten sus sentimientos y deseos, para que en caso de cualquier problema o situación que les incomode puedan recurrir a los adultos y pedir ayuda.

También debe de potenciarse su autoestima, brindándole a diario respeto y alabando sus buenas decisiones y actitudes. Otra cosa muy importante a trabajar es la comunicación y la interacción. Es necesario mantener y promover desde un inicio, un dialogo permanente con ellos.

Su capacidad de autoprotección debe de orientarse a buscar una respuesta rápida, calmada y eficaz ante cualquier situación de agresión que se les presente. Una respuesta razonada y equilibrada en proporción a la situación, por ello es importante también trabajar su autocontrol. Los niños y niñas deben de aprender a desarrollar capacidades que les permitirán evitar o reducir su exposición a situaciones que los expongan a riesgos físicos, emocionales y/o sexuales.

Es muy importante que niños, niñas y jóvenes sepan cómo funcionan los números de emergencia, cuáles son, para qué sirven y cuándo hay que llamar.

 

Autoprotección cultura prevención hogar niños prevención prevención riesgos seguridad