Disfrazarse de seguridad puede resultar complicado, disfrazarse con seguridad no. ¿Cómo debe ser un disfraz seguro?

Vidas seguras
Disfrazarse de seguridad puede resultar complicado, disfrazarse con seguridad no. ¿Cómo debe ser un disfraz seguro?

Para este carnaval igual se te plantean dudas sobre la temática de tu disfraz a elegir, pero lo que te resultará más fácil que nunca es elegir un disfraz seguro. ¿Por qué? Pues porque vamos a darte todas las pautas para que puedas disfrazarte de la forma más segura posible. ¿Cómo debe ser un disfraz seguro? ¡Te lo contamos!

Para este carnaval igual se te plantean dudas sobre la temática de tu disfraz a elegir, pero lo que te resultará más fácil que nunca es elegir un disfraz seguro. ¿Por qué? Pues porque vamos a darte todas las pautas para que puedas disfrazarte de la forma más segura posible. ¿Cómo debe ser un disfraz seguro? ¡Te lo contamos!

Este año tenemos más ganas de diversión y de carnaval que nunca, pero no por ello debemos descuidar algo tan esencial como es la seguridad. Debemos prestar atención a una serie de medidas preventivas que nos ayudaran a elegir aquellos disfraces que nos permitan disfrutar de la fiesta con seguridad.

Este tipo de artículos no pueden suponer un riesgo para la seguridad de las personas, por ello deben cumplir una serie de requisitos. Todos los productos a la venta deben cumplir con la normativa europea, empezando por incluir el sello CE, que garantiza que los disfraces estén confeccionados de manera segura y con materiales que no resulten peligrosos.

Que estén fabricados con materiales menos duraderos o con retazos, no debe ser motivo para que no resulten seguros. Por ello, deben llevar el marcado CE de la Unión Europea (European Conformance) pero hay que prestar atención y fijarse en que sea el correcto, porque es muy fácil confundirlo con el sello de imitación.

El etiquetado debe estar en castellano y debe reflejar la composición del producto y las recomendaciones de lavado y conservación. La etiqueta también debe de advertir de la existencia de piezas pequeñas o peligrosas.

Antes de comprarlos hay que leer con atención las etiquetas para comprobar que los materiales de fabricación tienen resistencia al fuego, que poseen una combustión lenta y no son inflamables y no arden bruscamente al entrar en contacto con una fuente de calor.

Además, hay que comprobar que los disfraces son adecuados para la edad de la persona que lo va a utilizar. En el caso de los niños son los adultos los que deben supervisar que los disfraces cumplen los requisitos de seguridad necesarios.

Se deben evitar los disfraces infantiles que tengan piezas pequeñas (como perlas, lentejuelas, bolitas…) que puedan separarse del disfraz puesto que existe riesgo de asfixia en caso de ingerirlos.

También hay que prestar atención a los disfraces que tengan capuchas con cordones o cuerdas en la zona del cuello para evitar riesgos de estrangulamiento. Están totalmente contraindicados los disfraces infantiles con cuerdas, correajes o elementos que no estén cosidos al disfraz de forma fija y puedan soltarse.

Si el disfraz infantil o alguno de sus complementos llevan pilas, deben ir protegidas en un habitáculo cuyo acceso requiera del uso de destornillador u otra herramienta, para evitar riesgos de intoxicación o atragantamiento.

En cuanto a las máscaras, es mejor recurrir a las que no cubren por completo la cabeza y debe comprobarse que disponen de los suficientes orificios para poder respirar y permitir una buena ventilación.

Por último, si se opta por elegir maquillaje en vez de una careta es necesario comprobar la composición del mismo y la caducidad para prevenir posibles reacciones cutáneas adversas o alergias.

Si sigues todas estas recomendaciones podrás disfrazarte con un disfraz seguro y disfrutarás de la fiesta y el carnaval sin sustos. Esos mejor los dejamos para Halloween y solo si son de broma.

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