¿Dominas el arte de caminar sobre la nieve o el hielo? Te enseñamos cómo hacerlo con seguridad:

¿Llueve, nieva y hace mal tiempo? ¿Desplazarte por las calles nevadas te parece más peligroso que ir de safari por la selva? Sin duda, en caso de adversidades climáticas las aceras pueden convertirse en pistas de patinaje de estilo libre, pero no debes de tener miedo… sino precaución. Si sigues una serie de consejos para moverte con seguridad por las vías heladas o con nieve, minimizarás los riesgos de sufrir una caída o accidente.

¿Llueve, nieva y hace mal tiempo? ¿Desplazarte por las calles nevadas te parece más peligroso que ir de safari por la selva? Sin duda, en caso de adversidades climáticas las aceras y carreteras pueden convertirse en pistas de patinaje de estilo libre, pero no debes de tener miedo… sino precaución. Si sigues una serie de consejos para moverte con seguridad por las vías heladas o con nieve, minimizarás los riesgos de sufrir una caída o accidente.

Para caminar por las calles nevadas o con hielo, lo importante es pisar con seguridad. Es importante ir mirando bien donde ponemos el pie. Caminar despacio y con paso firme, dando pasitos cortos. Inclinando más el peso hacia delante. Es mejor resbalar hacia delante y parar el golpe con las manos, que caer hacia atrás y darse un golpe en la cabeza.

Conviene llevar los brazos libres, no llevar nada en las manos, para en caso de resbalar poder recuperar mejor el equilibrio. En caso de nevada, es mejor pisar en las zonas de nieve virgen, donde la nieve no está pisada, que en las zonas de nieve derretida donde puede formarse más hielo.

Hay que intentar evitar las pendientes pronunciadas o las escaleras. En caso de tener que usar escaleras, agarrarse siempre a las barandillas y subir o bajar con precaución de forma lenta y segura.

Utilizar un buen calzado apropiado es fundamental. Deben tener una buena suela de goma antideslizante. No tiene que ser plana, ni lisa, debe tener hendiduras. Cuanto más alta sea y con mayor dibujo, o hendiduras más profundas, mejor agarrará. Conviene además que sea una bota alta que agarre bien el tobillo para evitar lesiones en caso de pisar mal y resbalar.

Es también importante caminar por el centro de las aceras, evitando pasar por debajo de las cornisas, por si hay un desprendimiento de una capa de hielo o nieve. Es recomendable ir mirando además del suelo, los tejados y bajantes de agua, para poder evitar pasar cerca de las zonas donde haya mucha nieve acumulada que pueda caer de golpe.

También hay que evitar pasar por debajo de zonas arboladas, donde las ramas de los arboles pueden romperse por el peso de la nieve y caernos encima. Y no caminar por zonas que estén poco iluminadas, donde no podamos ver bien donde ponemos el pie.

Por último, conviene llevar un punto de apoyo, que ayude a caminar con más seguridad. Un palo de trekking o un bastón de esquiar, que pueda clavarse en el hielo, puede servir de agarre en caso de resbalar y suponer la diferencia entre un resbalón, o un resbalón que termina en caída.

Ya sabes… ¡Al mal tiempo, buena precaución es poca! Que este invierno la nieve y el hielo no te den un disgusto.