¡Está cargado el ambiente! Riesgos de la electricidad estática

Lecciones de seguridad
¡Está cargado el ambiente! Riesgos de la electricidad estática

La electricidad estática está vinculada a la estructura atómica de la materia y por tanto puede darse en cualquier situación y lugar. Por ello, sus riesgos también están presentes en cualquier tipo de actividad laboral. Son varios los riesgos relacionados con las cargas electrostáticas en el lugar de trabajo y su posterior manifestación en forma de descargas.

La electricidad estática está vinculada a la estructura atómica de la materia y por tanto puede darse en cualquier situación y lugar. Por ello, sus riesgos también están presentes en cualquier tipo de actividad laboral.

Son varios los riesgos relacionados con las cargas electrostáticas en el lugar de trabajo y su posterior manifestación en forma de descargas. El documento divulgativo del INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo), titulado Riesgos debidos a la electricidad estática recoge los principales riesgos laborales.

La electricidad estática representa un desequilibrio en la repartición de las cargas por transferencia de electrones entre dos materiales que han interactuado, creándose un campo eléctrico, una perturbación en el espacio que rodea a dichas cargas, y una diferencia de potencial entre ellas.

Sucede que dos cuerpos conductores, separados por un material aislante o incluso por el aire, pueden quedar cargados, uno con una carga positiva y otro con otra carga igual pero negativa. Cuando se establece una vía suficientemente conductora entre los dos cuerpos, se libera la energía almacenada en ambos, descargándose y produciendo posiblemente una chispa o descarga disruptiva, lo que constituye un riesgo.

Porque esas descargas o chispas pueden provocar situaciones peligrosas, especialmente cuando se manipulan sustancias inflamables o combustibles, ya sea en estado líquido, sólido (polvo) o gaseoso. La combinación chispa + atmósfera explosiva puede tener consecuencias graves, ya que en las condiciones físicas adecuadas pueden provocar una explosión con una potencialidad lesiva muy elevada.

Deberán ser objeto de una especial atención:

  1. a) Los procesos donde se produzca una fricción continuada de materiales aislantes o aislados.
  2. b) Los procesos donde se produzca una vaporización o pulverización y el almacenamiento, transporte o trasvase de líquidos o materiales en forma de polvo, en particular, cuando se trate de sustancias inflamables.

Como en todo en materia de seguridad, en este caso también la prevención es fundamental para minimizar los riesgos. Ya que muchos de esos riesgos pueden controlarse eficazmente si se aplican las medidas recogidas en los reglamentos, así como en las Guías Técnicas y la diversa documentación técnica que los explican y desarrollan.

Entre esas medidas preventivas que deben tomarse para evitar la acumulación de cargas electrostáticas se encuentran:

–  Eliminar o reducir los procesos de fricción.

–  Evitar, en lo posible, los procesos que produzcan pulverización, aspersión o caída libre.

– Utilizar materiales antiestáticos (poleas, moquetas o alfombras, calzado, etc.) o aumentar su conductividad (por incremento de la humedad relativa, uso de aditivos o cualquier otro medio).

–  Realizar conexiones a tierra, y entre sí cuando sea necesario, de los materiales susceptibles de adquirir carga, en especial, de los conductores o elementos metálicos aislados.

–  Utilizar dispositivos específicos para la eliminación de cargas electrostáticas. En este caso la instalación no deberá exponer a los trabajadores a radiaciones peligrosas.

–  Aplicar cualquier otra medida para un proceso concreto que garantice la no acumulación de cargas electrostáticas.

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