¿Sabías que se pueden evitar las lesiones por movimientos repetidos?

Sabías que
¿Sabías que se pueden evitar las lesiones por movimientos repetidos?

Hay muchos puestos de trabajo en los que las personas trabajadoras durante el desempeño de sus tareas tienen que realizar movimientos repetidos, generalmente movimientos rápidos de pequeños grupos musculares, que unidos a esfuerzos ocasionados por el mantenimiento de posturas forzadas y por la falta de recuperación muscular, a la larga pueden derivar en importantes problemas de salud.

Hay muchos puestos de trabajo en los que las personas trabajadoras durante el desempeño de sus tareas tienen que realizar movimientos repetidos, generalmente movimientos rápidos de pequeños grupos musculares, que unidos a esfuerzos ocasionados por el mantenimiento de posturas forzadas y por la falta de recuperación muscular, a la larga pueden derivar en importantes problemas de salud.

Al realizar de forma reiterada esos movimientos repetitivos con el paso del tiempo terminan apareciendo trastornos musculoesqueléticos en las extremidades superiores que afectan a los músculos, tendones, esqueleto óseo, cartílagos, ligamentos, nervios e incluso a los vasos sanguíneos. Dando lugar gradualmente a problemas como tendinitis, peritendinitis, tenosinovitis, eEpicondilitis, epitrocleítis, mialgias o el síndrome del túnel carpiano o del túnel radial, entre otros.

Pero ¿sabías que pueden evitarse esas lesiones por movimientos repetitivos, o al menos reducirlas, siguiendo una serie de consejos preventivos? Te contamos cómo:

  • Rotando las tareas. El trabajo se debe de organizar de manera que las personas trabajadoras realicen su actividad laboral alternando en distintos puestos de trabajo que requieran diferentes movimientos físicos.
  • Mecanizando las tareas lo máximo posible. Se deben utilizar todo tipo de herramientas adecuadas para cada tipo de trabajo que ayuden a disminuir los movimientos repetitivos como, por ejemplo, destornilladores eléctricos, o herramientas mecánicas que eviten realizar esfuerzos musculares elevados.
  • Distribuyendo la aplicación de fuerza. Se trata de repartir el esfuerzo que hay que realizar entre diferentes grupos musculares para evitar sobre cargas siempre los mismos. Realizando por ejemplo el trabajo con ambas manos.
  • Diseñando ergonómicamente los puestos de trabajo. Para que cada puesto de trabajo permita que las articulaciones se mantengan en un rango articular cómodo y los materiales a la distancia de alcance que se ajuste a las características personales de cada persona trabajadora.
  • Realizando pausas periódicas. Es necesario proporcionar tiempos de descanso suficientes que permitan una adecuada recuperación de la musculatura sobrecargada. Son necesarias pausas para recuperar tensiones y relajar la musculatura.
  • Adoptar hábitos posturales correctos. Es necesario formar y concienciar a las personas trabajadoras en hábitos posturales y buenas prácticas que prevengan las lesiones. Por ejemplo, no se debe trabajar con los brazos por encima de los hombros, o teniendo que desviar las muñecas en posturas Se debe mantener, en la medida de lo posible, la mano alineada con el antebrazo, la espalda recta y los hombros en posición de reposo.
  • Informar sobre los riesgos específicos de cada puesto de trabajo y sobre las medidas preventivas a aplicar para reducirlos.
  • Acudir a reconocimientos médicos periódicos. Por ello debe haber una vigilancia médica y un seguimiento en aquellos trabajadores con tareas repetidas que supongan una sobrecarga muscular durante toda o parte de su jornada laboral de forma habitual.

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